El arzobispo emérito Joan-Enric Vives se despide de Andorra con gratitud y tareas pendientes
Se cierra una etapa de más de dos décadas marcada por su fuerte vínculo con Andorra

Joan-Enric Vives, arzobispo emérito de Urgell
Barcelona - Publicado el
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El hasta ahora arzobispo de Urgell y copríncipe de Andorra, Joan-Enric Vives, se despidió el 14 de junio de su diócesis y del Principado. Lo hizo emocionado, agradecido y reconociendo que no todo su legado queda cerrado. “Andorra y el Pirineo me han enamorado”, aseguró durante la ceremonia de despedida, en la que recibió el calor de feligreses y autoridades.
El Pirineo y Andorra me han enamorado
Obispo emérito de Urgell y copríncipe de Andorra
Vives asumió el cargo en el año 2001, tras suceder a Joan Martí Alanis. A lo largo de todos estos años ha sido una figura clave para mantener el equilibrio institucional entre Iglesia y Estado en el Principado, además de un referente espiritual para miles de fieles.
papel dual
Durante su mandato, Vives impulsó varias iniciativas sociales y educativas. Sin embargo, admite que le quedan tareas sin concluir. Una de ellas es la creación de un centro de salud mental en el seminario mayor de la diócesis, un proyecto que comenzó a gestarse durante su mandato pero que no se ha podido inaugurar aún.
Su figura ha estado inevitablemente ligada a debates como el del aborto, tema siempre sensible en Andorra. Vives no rehúye el debate: “Cuando el pueblo andorrano le pide a un obispo católico que sea su jefe de Estado, sabe lo que implica”.

El arzobispo emérito contextualiza el debate sobre el aborto.
Combinar el liderazgo pastoral con la jefatura de Estado ha sido, admite, un ejercicio de equilibrio constante. “Siempre he procurado mantener la relación pastoral con las personas del ámbito político. Es importante recordarles que uno es ante todo obispo y pastor”, afirma. En su trato con representantes internacionales, ha cuidado también la cercanía. “Preguntar por la familia del embajador o magnate muestra que uno no se mueve solo en la política”, dice. Vives siempre ha apostado por una aproximación personal y personalizada y que puedan ver que es más que un jefe de Estado.
Vives es consciente de que el gran reto actual “es que no se transmite la fe a las generaciones más jóvenes”. Además, con la llegada de nuevos migrantes de todas las partes del mundo, es complicado construir una comunidad unida y sin divisiones. “Se ha de ser ser una única Iglesia, un solo cuerpo”, reflexiona.

El emérito arzobispo de Urgell y copríncipe de Andorra, Joan-Enric Vives, analiza el gran reto actual de la Iglesia
nUEVA ETAPA CON SERRANO
La renuncia de Vives marca el inicio de una nueva etapa. Su sucesor, Josep-Lluís Serrano, asume la responsabilidad de guiar la diócesis y ejercer como copríncipe episcopal de Andorra.
El arzobispo emérito destaca que, hasta el momento, Serrano ha tenido una “dimensión más diplomática”. Ahora se enfrenta a ser obispo en una zona rural, de pueblos pequeños y sin las facilidades de una capital de provincia.

El nuevo obispo y copríncipe de Andorra, Josep - Lluís Serrano
Serrano, nacido en 1967 en Pallerols del Cantó (Alt Urgell), es doctor en Derecho Canónico y tiene una sólida experiencia diplomática dentro de la Santa Sede. Ha trabajado en varias nunciaturas y en la Congregación para los Obispos en Roma. Su perfil cercano y su bagaje internacional podrían ayudar a mantener la buena relación entre Iglesia, instituciones y sociedad andorrana.