Los médicos catalanes estallan: "Nuestras condiciones son insostenibles"

El sector sanitario catalán se enfrenta a una nueva huelga, pero esta vez con la amenaza de ser duradera. El sindicato Metges de Catalunya ha convocado a los facultativos a un paro que, según su secretario general, Xavier Lleonart, "tendrá continuidad" si no se atienden sus reivindicaciones. Lleonart advierte que el camino para llegar a un acuerdo "no será ni corto ni fácil", pero asegura que existe una firme "voluntad de negociar" para poner fin a una situación que consideran límite. El sindicato pide disculpas a los pacientes por las molestias que la huelga pueda ocasionar, pero insiste en que no les han "dejado otra salida" para visibilizar el deterioro progresivo del sistema sanitario.

El origen: un marco legal de hace 25 años

Para entender la raíz del conflicto, hay que remontarse "aproximadamente veinticinco años", según explica Lleonart. La situación actual deriva de la aprobación del vigente estatuto marco, una norma básica que, en palabras del secretario general, "legaliza circunstancias que deberían ser absolutamente reprobables y prohibidas". Entre ellas, destaca la obligación de que un trabajador realice hasta cuarenta y cinco horas semanales o guardias de 24 horas de trabajo continuado. "No hay ninguna otra profesión en este país que tenga estas condiciones", denuncia Lleonart, subrayando la excepcionalidad y dureza de la situación que afrontan los médicos.

No hay ninguna otra profesión en este país que tenga estas condiciones"

El secretario general de Metges de Catalunya señala directamente a los responsables de perpetuar este modelo. Apunta a "la clase política", a los "gestores de los recursos sanitarios" y a los "sindicatos mayoritarios" que no son médicos. Según Lleonart, en las mesas de negociación la representación de los facultativos es testimonial: "hay medio médico, es decir, un médico de toda la parte social, que tiene voz pero no voto". Esta falta de poder decisorio provoca, en su opinión, que "las condiciones de los médicos a los demás les importan un pito", una situación que ha llevado al colectivo a la huelga actual.

De las guardias asumibles al "trabajo a destajo"

Xavier Lleonart reconoce que el contexto histórico ha cambiado drásticamente. Hace veinticinco años, una guardia de 24 horas podía ser compatible con ciertos periodos de descanso, ya que el flujo de pacientes no era "brutal". Sin embargo, la realidad actual es completamente diferente. "En 25 años ha cambiado todo: la afluencia, el personal...", afirma. El trabajo se ha convertido en una labor "a destajo", lo que convierte esta forma de trabajar en "absolutamente insostenible".

Esta forma de trabajar es absolutamente insostenible"

A la sobrecarga asistencial se suma un factor clave para entender la protesta: el cambio generacional. Lleonart lo describe como un "cambio cultural" fundamental. La generación del 'baby boom' "lo aguantaba todo", pero ahora está siendo relevada por una nueva generación de profesionales "muy cualificados" que exigen un equilibrio entre su vida profesional y familiar. "Quieren poner límites", resume el líder sindical, señalando que los médicos jóvenes ya no están dispuestos a aceptar las condiciones que soportaron sus predecesores.

"O se actúa o el sistema se destruye"

La huelga no es solo una medida de presión, sino una llamada de auxilio para frenar el colapso del sistema. Lleonart recuerda que ya en 2022 advertía que "el sistema se estaba deteriorando". Ahora, asegura que "el deterioro es cada vez más intenso y sin frenos", lo que aboca a la "destrucción del sistema tal y como lo conocemos". Por ello, el sindicato no espera una solución inmediata. "No vendrá de uno, ni de dos, ni de cuatro días de huelga, vendrá de una temporada que será larga y dura", anticipa.

El mensaje final es una interpelación directa a la clase política. Xavier Lleonart exige que "los políticos de derechas, de izquierdas, de aquí o de allá, se sienten y negocien de una vez por todas con los representantes de los médicos". El objetivo es claro: reformar las condiciones laborales del personal facultativo para garantizar no solo su bienestar, sino la supervivencia y la calidad del sistema público de salud. La determinación del colectivo es total, y avisan que la protesta continuará hasta que se produzcan avances visibles en la mesa de negociación.