La Asociación Turística de Apartamentos (ATA) en las comarcas gerundenses ha registrado una bajada del 40% de la ocupación en sus establecimientos en comparación con el 2019. Desde la ATA han recordado que el confinamiento obligó a acortar la temporada de verano a solo cinco semanas y esto ha generado una temporada "muy corta". Además, el sector ha admitido que no se esperaba que habría restricciones de movilidad de forma periódica y esto ha acabado afectando a la ocupación. En cuanto a los meses de julio y agosto, el turismo de proximidad ha ayudado a minimizar los efectos de la pandemia y la bajada ha estado tan solo del 20% en la ocupación por la carencia de turismo extranjero.

El mes de julio los apartamentos lograron un 50% de ocupación y durante agosto la cifra creció hasta el 66%. Por eso creen que la afluencia de visitantes catalanes, españoles y del sur de Francia ha estado buena.

Por otro lado, las previsiones por este invierno que hace la ATA no son buenas porque consideran que se mantendrá la poca presencia de turistas extranjeros. Además, los empresarios lamentan los llamamientos de los gobiernos europeos por no visitar el estado español a causa de la pandemia.

En este sentido, el sector ha constatado que los turistas extranjeros han visto con buenos ojos todas las medidas sanitarias que se tomaban desde el sector pero que las restricciones de movilidad han impedido que llegaran a la demarcación gerundense. Por eso han lamentado que las administraciones no hayan transmitido la suficiente confianza a los países ni hayan detallado todas las medidas sanitarias que los apartamentos han realizado para minimizar los riesgos de contagio.

Por eso los empresarios se cuestionan "de que sirve el espacio Schengen" si al final se ha acabado prohibiendo la circulación de personas durante la crisis sanitaria.

La Asociación también ha recriminado a las administraciones que hayan "dado la espalda al sector", puesto que no han recibido las suficientes ayudas para salir adelante una temporada "para olvidar". Desde la ATA han insistido al pedir ayudas directas a fondo perdido para salvar las empresas y garantizar que el verano que viene podrán volver a abrir.