Con el anuncio de cierre de sus plantas en Barcelona, Nissan dice adiós a 40 años de presencia en Cataluña, cuando en 1980 la compañía japonesa compró parte de Motor Ibérica, al menos las acciones que eran propiedad de la multinacional Massey Ferguson, constructora de tractores. Aunque el origen de Motor Ibérica se remonta un siglo atrás, a 1920, cuando Henry Ford decidió instalar una factoría en Cádiz, que tres años después trasladó a Barcelona, concretamente al Poblenou.

Sin embargo treinta años después, en plena dictadura, la empresa se nacionalizó llamándose desde entonces Motor Ibérica, aunque su nombre comercial era Ebro y se dedicaba a producir camiones y tractores, fundamentalmente. Aun así, lo hacía bajo la licencia de Ford.

En los años sesenta entró en el capital Massey Ferguson, como socio minoritario, una compañía que se dedicaba a la construcción de tractores. Es entonces cuando la producción se traslada a las instalaciones de la Zona Franca, donde todavía está la planta de Nissan en Barcelona. Precisamente en 1980 la compañía japonesa compró a Ferguson sus acciones, y pronto se fabricó el primer modelo de la marca: el Nissan Patrol. Entonces la empresa ya era Nissan Motor Ibérica. Al Patrol le siguieron la furgoneta ligera Vanette y el todoterreno Terrano II. En 2007 la planta de la Zona Franca llegó a su pico de producción con 193 mil vehículos.

EN 2008 EMPEZARON LOS PROBLEMAS

Pero todo empieza a cambiar con la crisis financiera de 2008 y la integración de Nissan en la órbita de Renault. Desde entonces la producción en las plantas de Nissan en Cataluña no ha dejado de bajar. En 2009 ya se despidieron a 700 personas. Y en los últimos años se ha apostado por nuevos modelos, como el Tino o el Pulsar, que no han funcionado. De este modo, las fábricas sólo han operado a un tercio prácticamente de su capacidad productiva. Se han sucedido los conflictos laborales y hace un año, estos bajos niveles de producción llevaron a dirección y a sindicatos a acordar más de 500 prejubilaciones y 50 bajas voluntarias. A cambio, la compañía propuso invertir 70 millones de euros en una nueva planta de pintura.