Arran ha vuelto a actuar. Los jóvenes radicales siguen los pasos de la CUP y toman las calles para defender las causas que consideran justas. Esta vez se han encadenado en la oficina del Consorcio de Turismo de Barcelona para pedir su cierre, al ser un punto logístico del turismo masivo de la ciudad. 

Unos 30 activistas han lanzado sus consignas contra el turismo, al que culpan de los desahucios, el capitalismo de Barcelona y la pérdida de identidad de la ciudad. También han criticado a la institución acusándola de "poco opaca y trasparente". Los Mossos d'Esquadra han tenido que intervenir para desocupar el lugar. Esta acción se suma al ataque de dos encapuchados a un bus turístico en la plaza Kennedy, en el barrio de Sant Gervasi de Barcelona. Con globos de pintura atacaron a los ocupantes provocando que 8 fueran atendidos. Transportes Metropolitanos de Barcelona ya ha tomado cartas en el asunto y ha denunciado los hechos. 

Estas acciones ya se han convertido en habituales cada verano en la ciudad condal. El pasado verano atacaron otro bus turístico con un espray y cúter, a día de hoy sin culpables. En menos de 12 horas se han producido estos hechos contra un sector que representa el 16% del PIB de Barcelona.