El vicepresidente y presidente sustituto del Govern, Pere Aragonès, ha asegurado este miércoles que "no hay presidente" hasta que el Parlament elija a otro de nuevo y que él no piensa "normalizar la situación" aunque el gobierno en funciones seguirá afrontando retos como la lucha contra la covid-19.

En su intervención durante el pleno extraordinario de comparecencia del expresidente Quim Torra, Pere Aragonès ha afirmado que "no es normal que un presidente sea inhabilitado por poner una pancarta" como tampoco lo es, ha añadido, que haya múltiples causas abiertas contra independentistas.

Pero el Govern, ha dicho, quiere "tener un país normal en el que haya igualdad de oportunidades, y una justicia al servicio de la ciudadanía y no se dedique a hacer de brazo político del Estado", y esto, ha opinado, "solo se puede conseguir en un país libre, con un Estado independiente".

"Todo el apoyo al presidente Torra -ha afirmado- porque ha defendido la libertad de expresión y la dignidad de las instituciones catalanas, y por los ataques que ha recibido por defender unas ideas".

Después de agradecer a Torra "su trabajo incansable y el esfuerzo continuado" en una legislatura "que no ha sido fácil y en la que su fase final tampoco lo es", el vicepresidente del Govern ha recordado que el expresidente encabezó la lucha contra la pandemia "a menudo con incomprensión" ya que "no es fácil gestionar la incertidumbre".

"El gobierno del presidente Torra, tal y como nos pidió él, seguirá trabajando, en primer lugar, para afrontar la pandemia", ha subrayado, y también batallará "por la cotidianidad propia de un gobierno en funciones, administrando los asuntos ordinarios".

En Cataluña ha sido inhabilitado su presidente, ha señalado, "pero el país continúa, y ahora que es un momento de dificultades y de extremada complejidad, seguiremos afrontando" la situación.

Antes de la intervención de Aragonès, la portavoz del grupo de ERC, Anna Caula, ha apuntado que la inhabilitación de Torra "no es un hecho aislado" sino que forma parte "de una persecución sin escrúpulos ni límites", y ha calificado como de "esperpéntico" inhabilitar a un presidente por una pancarta.

Ha lamentado, asimismo, que "el denominado como gobierno más progresista de la historia se esconde también detrás de la acción judicial, al no publicar la inhabilitación en el BOE" y ha acusado al PSC de "cobardía" por no haber querido asistir al pleno.