El aumento de la presión hospitalaria, que ha provocado el cierre de quirófanos, entre otros, en el Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid, ha obligado a la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León a recurrir a la sanidad privada para evitar la suspensión de cirugías programadas.

Desde el pasado lunes, 25 de enero, en los hospitales Recoletas Campo Grande y Felipe II, así como en el Instituto Oftalmológico Recoletas y en el Sanatorio Sagrado Corazón, se están llevando a cabo a diario intervenciones quirúrgicas que no admiten demora.

La atención se está centrando “sobre todo”, según ha apuntado la gerente del Hospital Recoletas Campo Grande, Belén Gallegos, en pacientes oncológicos. Aunque también en otras especialidades como ginecología, urología, otorrinolaringología, cirugía plástica o maxilofacial.

A su paso por Herrera en COPE Valladolid, Gallegos ha reconocido que la situación es “complicada”. También para los centros privados, donde se ha visto incrementada la carga de trabajo y donde la ocupación es de “prácticamente, el 80 por ciento”. Pero “tenemos claro que tenemos que colaborar con todos los recursos de los que disponemos” para “favorecer” la atención de pacientes con patologías que no guardan relación con la COVID-19.

“Los profesionales se están trasladando desde los hospitales públicos”, ha explicado Gallegos, “y vienen a operar a nuestros hospitales”. En estos centros se les dispensa “todo lo que se necesita”. Lo que comprende el propio quirófano y el equipamiento y los materiales necesarios para la intervención. Pero también las unidades de críticos e, incluso, personal de enfermería.

Se está actuando “con rapidez”. Aunque sin saber por cuánto tiempo. “Esperamos que el menor posible”, confiesa Gallegos. “Porque eso será señal de que las cosas evolucionan favorablemente”, añade.

Las derivaciones comprenden “en principio” cirugías programadas. Aunque existen ya acuerdos para que intervenciones “urgentes” puedan llevarse a cabo en centros privados “en función de las necesidades” del sistema sanitario público.