Los indicadores que reflejan la evolución de la pandemia comienzan a evidenciar las consecuencias de la relajación de las medidas frente al COVID-19 en Navidad.

Los datos confirman el cambio. Desde finales del mes de noviembre en Valladolid venía registrándose un descenso en el número de nuevos contagios, pero esa tendencia se ha revertido. La incidencia acumulada en los últimos 14 días, que supera ya los 141 casos por 100.000 habitantes, recupera una tendencia alcista. Y “especialmente preocupante”, ha asegurado el delegado territorial de la Junta, Augusto Cobos, es ese mismo indicador acotado a la última semana cuya cifra “va a subir” en los “próximos dos o tres días”. Actualmente, según los datos que actualiza diariamente la propia Junta, esta última se sitúa por encima de los 77 casos por 100.000.

A su paso por Herrera en COPE Valladolid, Cobos ha alertado de que “dos tercios” de los casos detectados en los últimos 15 días “se han producido en la última semana”.

También el índice reproductivo, que refleja el número de contagios producidos por cada nuevo positivo, continúa en ascenso y por encima de uno. Y la ocupación de camas por pacientes COVID en las unidades de cuidados intensivos roza ya al 34 por ciento.

Para Cobos en este escenario es “evidente” que “no vamos a ir a una relajación de medidas”. Todo lo contrario: “seguramente se van a mantener y, en algún caso, puede que haya que volver a restricciones mayores”.

El delegado territorial de la Junta ha hecho un llamamiento a la responsabilidad individual, a la espera de que el Gobierno autonómico decida si prorroga o no el cierre perimetral de Castilla y León —expira el 10 de enero—. “No podemos esperar”, ha advertido Cobos. “Tenemos que limitar ya el número de contactos y no abrir nuestro círculo social”, ha sentenciado.