El alcalde de Torrubia, Raimundo Martínez, ha mostrado hoy su indignación por la decisión del Ministerio de Fomento de renunciar al contrato de la línea de autobuses Valladolid-Soria-Zaragoza que incluía la conexión por autobús entre Soria y Calatayud para enlazar con el tren de alta velocidad. La explicación del ministerio es que la concesión no sería viable económicamente a causa de la pandemia. "El cabreo que tengo es monumental porque esto es ya vergonzoso", asegura el alcalde quien insiste en que su petición es una línea de microbús que conecte Soria con la localidad zaragozana.

El regidor de Torrubia, que lleva ocho años peleando por esta conexión por autobús, ha lamentado que los políticos de unos y otros partidos solo se acuerden de los ciudadanos en elecciones. Asegura que está "desanimado" porque aunque se siente arropado por la ciudadanía, no ha recibido ni una sola llamada de los políticos sorianos "que solo se preocupan de nosotros quince días antes de las elecciones, y me dan igual unos que otros", ha puntualizado.

Raimundo Martínez se ha dirigido por carta al ministro de Fomento, José Luis Ábalos, para que conozca en profundidad su reivindicación y para que reconsidere la postura del ministerio. En caso contrario, no descarta incluso que la burra Margarita, que le acompañó a Madrid para participar en la revuelta de la España vaciada, tenga que volver a salir a acompañarle en su protesta.

Al alcalde de Torrubia no le convence ni la excusa de la pandemia ni el coste "irrisorio" de la línea que se cifra, según los cálculos que le trasladaron, en unos 180.000 euros anuales.

Raimundo Martínez no solo reclama por cierto la conexión de Soria con el AVE, también denuncia el abandono a todos los niveles del medio rural y especialmente del Campo de Gómara que empieza, ha concluido, con el desmantelamiento sanitario de la comarca.