El municipio segoviano de Bernardos ha decidido suspender la Subida 2020. Y es que este año, como todos los que acaban en cero, la localidad se preparaba para la romería de la Virgen del Castillo, que cada diez años lleva esa imagen hasta la ermita que se sitúa a unos tres kilómetros del casco urbano. Un evento que se desarrolla en el fin de semana de Pentecostés y que este año estaba programado para el 31 de mayo.

Algo más de dos meses antes, todos los colectivos implicados han decidido por unanimidad posponer la Subida hasta 2021, ante la situación que se vive actualmente y la necesidad de ir cerrando detalles organizativos, así como de desarrollar actividades previas y complementarias. En cualquier caso, la decisión ha sido acogida con compresión en el pueblo, como ha comentado su alcalde, José Luis Díez, en declaraciones a COPE.

Otro de los elementos más característicos de esta fiesta son los arcos de flores que se colocan en distintas calles por las que pasa la procesión. Los más pequeños pueden reunir hasta ocho o nueve mil flores. Son de papel y se elaboran en el mismo Bernardos, fundamentalmente por vecinas y devotas de la Virgen del Castilla. El regidor ha asegurado que ese trabajo no se perderá y se podrá conservar para 2021.

Ante el aplazamiento de la Subida de la Virgen del Castillo, cabría saber si la siguiente edición se celebrará trascurridos nueve años en lugar de diez, en 2030, o si comenzaría ahora a desarrollarse en los años acabados en uno. José Luis Díez ha confirmado que se mantendrá la tradición, dado que originariamente no había periodicidad fija para la fiesta. Fue a partir de 1840 cuando se comenzó a celebrar cada diez años, en los que terminan en cero. Otra de las peculiaridades de esta manifestación es lo prolongado de la procesión de vuelta a la iglesia parroquial. En 2010 duró casi 20 horas. Durante ese recorrido, los devotos bailan jotas segovianas ante las andas de la imagen.