Ante la diligencia que maneja la vía contencioso-administrativa sobre la solicitud de la paralización cautelar del acuerdo de la junta de gobierno local que aprobó la instalación de una estatua del diablo en la calle San Juan, el Ayuntamiento ha decidido personarse y oponerse. Ello no impedirá que el proceso para la colocación de la figura siga adelante. En su manos porta un teléfono móvil y también presenta una tijera de las que se empleaban para mover los sillares.

Tanto la regidora como la concejala de Patrimonio Histórico y Turismo y de Urbanismo, Claudia de Santos, han destacado que la iniciativa es posible gracias a la generosidad del escultor José Antonio Abella, que la ha elaborado y cedido, y también a la del empresario segoviano José Luis Herrero, que ha decidido ejercer como mecenas. Por eso, Luquero y De Santos han lamentado la actitud torticera de quien, han dicho, han buscado generar una polémica de algo inocuo.

Según la edil hay quien quiere oponerse a un proyecto que lo que hace es basarse en una leyenda para tratar de diversificar el flujo turístico de la ciudad hacia elementos más desconocidos y lejos del eje tradicional. Y también para hacer tangible algo que forma parte del patrimonio inmaterial.

Y hablando de flujos turístico, el año 2018 ha supuesto un nuevo récord en los registros de la ciudad, mejorando las marcas del año anterior que ya supusieron hitos. Una tendencia al alza que aplaudía la alcaldesa.

Sobre esos cerca de 900.000 accesos al Centro de Recepción de Visitantes, se podría esbozar una aproximación a la cifra total de turistas que cada año llega a Segovia, teniendo en cuenta que no todos los visitantes que llegan a la ciudad por primera vez acuden a ese espacio y que, entre los que repiten, será muy reducida la cifra de quienes vayan al mismo.

Una de las cuestiones en las que más se ha incidido en los últimos años ha sido en la importancia de trabajar para que la estancia media en Segovia se prolongue. Entre los visitantes, el 54% son extranjeros. Por procedencia, destacan los estadounidenses, seguidos de argentinos, franceses y chinos.