La cestería del castaño salmantina da un paso clave para ser Patrimonio Cultural Inmaterial
Montemayor del Río, el único pueblo de España con nueve artesanos de este oficio, logra el impulso de las Cortes de Castilla y León para proteger su seña de identidad y motor económico

Entrevista en COPE Salamanca Incidir en que es el único pueblo de España en el que quedan 9 talleres Esta artesanía preserva las señas de identidad del pueblo y es un aliciente socioeconómico en la España despoblada
Salamanca - Publicado el
3 min lectura5:37 min escucha
Quién no tiene, ha tenido o utiliza una cesta de castaño para decorar o guardar cosas. Sirven como cestas de frutas, de flores, libros y de setas; ahora que estamos en temporada. Son cestas ligeras, duras y resistentes. La cestería del castaño es un oficio artesano ancestral que elabora cestas y otros objetos con tiras de castaño utilizando técnicas que han pasado de padres a hijos. Es una tradición que tiene un gran arraigo en una pequeña localidad de Salamanca donde los artesanos que quedan han perfeccionado el proceso de selección, tratamiento y tejido de la madera.

Cesta de castaño
Ahora las Cortes de Castilla y León han iniciado el trámite para proteger la cestería del castaño como patrimonio cultural inmaterial. La iniciativa, impulsada por el Grupo Popular, busca primero la declaración por parte de la Junta de Castilla y León y, simultáneamente, se ha solicitado formalmente al Gobierno de España que comience el reconocimiento a nivel estatal. El epicentro de esta tradición es Montemayor del Río (Salamanca), el único pueblo del país que todavía conserva nueve talleres familiares dedicados a este oficio ancestral.
La noticia ha sido recibida como "una alegría", según afirma David Luengo, alcalde del municipio y uno de los nueve artesanos, en una entrevista en COPE Salamanca. Este hito es el resultado de un trabajo que comenzó en 2023 con el apoyo de la asociación cultural Red Arrayán y que ya obtuvo un primer reconocimiento en primavera con la declaración de Zona de Interés Artesano. "Queríamos aspirar a que nos hicieran un reconocimiento más nacional con la declaración de Bien de Interés Cultural, y esto es un paso más para para conseguir ese objetivo", explica Luengo.
Futuro para la España despoblada
Más allá de preservar las raíces y las señas de identidad, este reconocimiento es clave para el futuro de la comarca. La cestería no es solo un legado, sino también una fuente de empleo y un motor económico para la zona. "El paso no solamente es el reconocimiento, sino también la difusión y el querer que nuestra artesanía siga activa y siga viva", subraya el alcalde. En el pasado, Montemayor contaba con una pequeña industria de talleres familiares que, como en otras zonas rurales, ha ido a menos, pero la supervivencia de nueve artesanos demuestra su resiliencia y potencial.
La exclusividad de su producto es una de sus grandes fortalezas. Al no encontrarse fácilmente en el mercado, la demanda está asegurada. "Somos el único municipio que tiene un número importante de artesanos dedicándose a lo mismo en España", detalla Luengo, quien aprendió el oficio de su padre. Aunque quedan artesanos aislados en León, Galicia o Asturias, "no como la potencia de industria que tenemos aquí", añade.
Somos el único municipio que un número importante de artesanos dedicándose a lo mismo en España"
Artesano y alcalde de Montemayor del Río (Salamanca)
del monte a la cesta
El trabajo del cestero es un ciclo completo que empieza en el monte. Los propios artesanos cuidan los castaños para que la madera crezca en las condiciones óptimas. Esta labor se realiza en invierno, "cuando baja la savia del árbol", y los árboles se cortan cuando tienen entre 5 y 8 años. "Antiguamente se hacía todo a mano y era, pues un trabajo muy laborioso y muy sacrificado", recuerda Luengo sobre el proceso de sacar las tiras, que ahora está parcialmente mecanizado.
Antiguamente se hacía todo a mano y era un trabajo muy laborioso y muy sacrificado"
Artesano y alcalde de Montemayor del Río (Salamanca)
Una vez preparadas las tiras de castaño, la elaboración de una cesta de tamaño mediano puede llevar entre una hora y hora y media. Este tiempo de tejido se suma a la laboriosa tarea previa de preparación de la materia prima. La declaración como Bien de Interés Cultural no solo protegería este saber hacer, transmitido entre generaciones, sino que también daría un impulso definitivo a la supervivencia económica de Montemayor del Río.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.




