Con la llegada del buen tiempo nos vamos de paseo, salimos más y caminar es una de las opciones más saludables, pero siempre con seguridad.

Esta mañana nos hemos ido a caminar por Santa Marta y la Isla del Soto, con la remodelación nos hemos encontrado de todo hasta un escenario en medio de la nada. Nuestro asombro, al pasar el puente que conecta con la Fontana. El camino que discurre de tierra hasta el puente Juan Carlos I deja mucho que desear; abandono, falta de mantenimiento en el mobiliario y hasta zonas insalubres como la parte de abajo del puente.

Carmen una vecina del pueblo: “Salimos a dar paseos por el Soto, nos metemos por el puente de la Fontana y nos encontramos con esta senda que parece más de cabras que de paseo. Si haces las cosas, hazlas bien todo que parece que está abandonado”.

Otros vecinos nos confiesan entre risas que atravesar este tramo es como entrar al Oeste y más en primavera con el polen y las floraciones. Santa Marta y sus zonas verdes, dos caras opuestas con sólo atravesar un puente.

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