Después de las crisis de 2007 y 2019, una nueva plaga de topillos podría poner en jaque a los agricultores de Tierra de Campos. Ya empiezan a proliferar en algunas zonas de Burgos y su rápida capacidad de reproducción ha puesto en alerta al campo. Más allá de los daños que puedan ocasionar en las cosechas después de un año especialmente malo como ha sido el 2023, para los expertos es esencial prevenir contagios por tularemia, una infección que transmiten los roedores, tanto a personas como a animales.

¿Por qué aparecen los topillos?

El presidente de ASAJA en Burgos, Esteban Martínez ha explicado en COPE, cuáles son los motivos, que favorecen la aparición de los topillos. "La explosión de este año viene provocada, sobre todo, porque en invierno no ha hecho demasiado frío. Eso ha propiciado que críen de forma masiva y que el frío no acabe con parte de las crías de topillos", explica este agricultor.

Las tierras más vulnerables a este tipo de roedor son las que su método de cultivo consiste en la siembra directa, que se caracteriza por sembrar las semillas directamente en el suelo, sin realizar labranza intensiva ni preparación del suelo. "En aquellos terrenos en los que no se mueve, o no se profundiza el suelo, es más proclive que este tipo de roedores prolifere", cuenta Esteban Martínez a COPE.

La zona de Burgos que más preocupa

Los agricultores más castigados por esta plaga están siendo los agricultores de la zona de Pisuerga. En el resto de la provincia también hay afecciones, pero son menos nocivas para el sector. La Junta de Castilla y León ya ha emitido recomendaciones, sin embargo, esto no es suficiente para los agricultores. Desde ASAJA denuncian que la Junta de Castilla y León no haya escuchado su petición: "que se permita, como medida paliativa, mover esos terrenos que estaban destinados para cumplir con un esquema de la siembra directa".

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Al mover esos terrenos, podrían acabar con parte de los roedores. Sin embargo, Martínez lamenta que la Junta de Castilla y León no les "ha dicho nada, ni tan siquiera ha contestado", a la que califican desde el sector como "una buena medida".

Una piedra más en la labor de los agricultores que viven un período de incertidumbre, al que se suman la subida de los costes de producción, la sequía, el granizo, la PAC o las importanciones, entre otros asuntos. Los agricultores se sienten los grandes señalados a pesar de ser un sector imprescindible.