La pandemia del coronavirus cortó de raíz en febrero de 2020 la proyección de Aranda de Duero (Burgos) como Ciudad Europea del Vino, un título que ahora retoma "después de dos años muy duros para nosotros", ha explicado este martes a Efe la alcaldesa de esta ciudad, Raquel González.

"Han sido dos años muy duros para nosotros, ya que a los cierres perimetrales se añadieron los locales y eso hizo mucho daño a la actividad gastronómica vinculada al sector turístico", ha añadido González después de asistir a la apertura en Valladolid de la tercera edición de la Feria Internacional de Enoturismo.

La Red Europea de Ciudades del Vino (Recevin), creada en 2000, acordó en octubre de 2019 la concesión del título de Ciudad Europa del Vino 2020 a la villa de Aranda de Duero, capital de la comarca vitivinícola de la Ribera del Duero, que abarca a cuatro provincias de Castilla y León: Burgos, la que más hectáreas de viñedo tiene, Soria, Valladolid y Segovia.

A comienzos de febrero de 2020 la alcaldesa se desplazó a Bruselas parea recibir esa distinción y más tarde a Napolés para tomar el relevo de la ciudad que había desempeñado ese título, pero todo se interrumpió con la irrupción de la pandemia, por lo que Recevin optó por mantener durante 2022 el protagonismo de Aranda de Duero.

Además de las actividades tradicionales como el festival de música independiente Sonorama, la Feria de la Vendimia y la entrega de los Premios Envero, Aranda de Duero se promocionará como "un destino muy claro" ligado al vino y a la denominación de origen Ribera del Duero.

"Queremos remontar las expectativas que teníamos pero será muy difícil recuperar los criterios del éxito" previstos antes de la pandemia, pese a que las condiciones sanitarias han mejorado, ha añadido.

Una de las apuestas será la de la sostenibilidad en el cultivo y comercialización: "la gente cada vez quiere más vinos ecológicos o naturales".

Aranda de Duero participa con un expositor que promociona su condición de Ciudad Europea del Vino 2022, ahora prorrogada tras la pandemia, dentro de la Feria Internacional del Vino (FINE), a la que asisten más de 120 bodegas, hoteles y destinos enoturísticos de Italia, España y Portugal junto a cerca de setenta turoperadores y agencias de viaje de doce nacionalidades.