La crisis vocacional en nuestro país y la falta de sacerdotes es una realidad también manifiesta en Ávila. En la provincia de Ávila tenemos 266 parroquias y 139 sacerdotes con una media de edad de 64 años. Algunos de ellos, sobre todo los más jóvenes, tienen que hacerse cargo de hasta 10 parroquias, teniendo en cuenta la difícil orografía de la provincia abulense.

Otros dato significativo es que en los últimos cinco años tan sólo se han ordenado en Ávila 7 nuevos sacerdotes, una cifra que está muy por debajo del nivel de reemplazo.

Esta falta de vocaciones y la necesidad de poder llegar a todas las parroquias abulenses para que ningún pueblecito se quede sin celebración el domingo ha propiciado que la figura de losagentes de pastoral que celebran la palabra en ausencia de presbíteros se haya convertido en un apoyo muy importante para la Iglesia. Se trata de hombres y mujeres laicos, casados o solteros que, aun lejos de suplir las funciones de un sacerdote, sí pueden dirigir celebraciones sin consagración. En la provincia de Ávila hay 15 agentes de pastoral que celebran la palabra cuando el sacerdote no puede llegar a la parroquia. Una de ellas es Ana Velázquez, que lleva 15 años llevando a cabo esta tarea en la zona de La Moraña.

Ana ha contado en COPE Ávila que son precisamente los pequeños pueblos los que antes se dan cuenta de la falta de vocaciones porque se quedan primero sin cura.

Ella decidió dar este paso, invitada por el obispo emérito, Jesús García Burillo, ante la falta de sacerdotes en la Moraña, y aunque reconoce que al principio sintió “miedo y respecto”, con el paso de los años se siente agradecida por todo lo recibido.

Ahora los feligreses de las parroquias donde Ana celebra ya se han acostumbrado a ella y lo único que quieren es que el domingo abra su iglesia y se pueda llevar a cabo la celebración, si bien es cierto que al principio les sorprendía ver a una mujer.

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Para poder ser agente de pastoral y celebrar la palabra Ana, que además es profesora de religión, recibió una formación de un año.

Ana ha querido aclarar que estos agentes de pastoral lo que dirigen son celebraciones, no misas, por tanto no hay ofertorio, ni consagración, aunque si son agentes extraordinarios de la comunión, con el pan y vino previamente consagrado por un sacerdote.