¿Cómo afecta el sol, el cloro o la sal a nuestra piel? Estos son los cuidados que necesita tras la exposición solar
Más allá del protector solar, hay cuidados esenciales que pueden marcar la diferencia entre una piel sana y una piel dañada

Como cuidar tu piel tras el sol
Toledo - Publicado el
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En pleno verano, cuando el sol, el cloro, la sal y el calor se convierten en parte de nuestro día a día, muchas veces olvidamos que nuestra piel necesita una atención especial después de la exposición solar. Más allá del protector solar, hay cuidados esenciales que pueden marcar la diferencia entre una piel sana y una piel dañada.

Piel dañada vs piel sana
Para aclarar cómo cuidar correctamente la piel tras un día de playa o piscina, en COPE Toledo hemos hablado con Amparo Rodríguez, farmacéutica experta en dermocosmética de Farmacia Abadía, quien nos ofrece recomendaciones sencillas pero muy eficaces para incluir en nuestra rutina estival.
Aunque debes saber desde el principio, tal y como comenta Amparo que “el sol puede dañar las células por dentro, por eso, después de estar un tiempo prolongado tomando el sol, es clave hidratar la piel, calmarla y ayudarla a repararse”.
Fotorreparadores: tus aliados invisibles contra el daño solar
Aunque la mayoría ya sabemos que hay que protegernos del sol antes de exponerse a él, cada vez se habla más del cuidado posterior.
En este sentido, Amparo nos introduce el concepto de los fotorreparadores, que son unos productos que no solo protegen, sino que ayudan a reparar el daño que el sol ya ha provocado a nivel celular. Nuestra experta de confianza asegura que “los fotorreparadores están presentes en varios formatos: dentro de los protectores solares, en aftersuns e incluso en cápsulas orales y actúan reparando el daño a nivel de ADN”.
Lo interesante, asegura Amparo, es que muchos productos que ya usamos habitualmente los incluyen: “Solo hay que identificar cuáles lo tienen e incorporarlos a la rutina. Es como si ayudaran a la piel a autocorregirse tras la exposición solar”.
Después de un día al sol, una ducha suave (mejor sin frotar) y productos calmantes pueden marcar la diferencia. Amparo recomienda clásicos como el aloe vera y principios activos como la lantoína, que refrescan, hidratan y alivian. Te da un consejo extra: “si tenéis la piel muy sensible, los sprays con agua termal también funcionan genial para aliviar el enrojecimiento”.
Zonas olvidadas y cómo tratarlas con mimo
Hay partes del cuerpo que solemos descuidar y que, sin embargo, son especialmente sensibles al sol. El rostro, el escote, los hombros o la espalda tienden a quemarse con rapidez, pero también hay otras zonas que requieren atención especial.
Amparo suma a esa lista “los labios, las orejas y los pies son los eternos olvidados”, y también hace una mención especial al cuero cabelludo porque "en personas con alopecia o calvicie, es fundamental usar fotoprotectores específicos para evitar problemas como la queratosis actínica o incluso melanomas”.
Cuando ya se ha producido una quemadura solar, hay que actuar con precaución. “Nada de aceites ni cremas espesas. Mejor usar geles fríos, como los de aloe vera. Y si hay mucha rojez o dolor, en la farmacia podemos recomendar cremas específicas, incluso con un poco de corticoide para calmar la inflamación”.
Pero, como recuerda Amparo, no hace falta esperar a que aparezca el daño para empezar a cuidarnos: “En verano es clave hidratar la piel todos los días. Estamos expuestos al sol, al cloro... así que después de la ducha lo mejor es aplicar una buena crema hidratante corporal y no olvidarse de beber agua”.