La situación sanitaria del infierno de la Franja de Gaza: "Guardar silencio te hace ser cómplice"
Antes de que avanzara conflicto armado con Israel, funcionaban 38 hospitales en Gaza, pero hoy no queda ninguno operativo

Entrevista a Rají Mohrez, médico gazatí
Ciudad Real - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Toledo acoge hoy la primera Jornada de Coordinación Internacional poniendo especial atención sobre la situación sanitaria en Palestina, un encuentro promovido por el Colegio Oficial de Médicos de Toledo que pretende arrojar luz sobre una crisis internacional que se vive en Gaza. Entre los ponentes se encuentra Rají Mohrez, médico gazatí y defensor de los derechos del pueblo palestino, quien ha ofrecido en COPE un duro testimonio sobre la realidad que se vive en la Franja de Gaza.
“La situación sanitaria es lo peor de lo que te puedes imaginar”, ha afirmado Mohrez. La Franja de Gaza, una de las zonas más densamente pobladas del mundo, ha visto su infraestructura médica completamente arrasada. Antes del conflicto actual, funcionaban 38 hospitales, hoy, según denuncia, no queda ninguno operativo. No hay ambulatorios, ni centros de atención materno-infantil, ni unidades de emergencia. La atención médica se brinda en condiciones extremas, sin recursos, sin anestesia, y frente a un número creciente de víctimas, muchas de ellas niños.
Sin hospitales, sin medicamentos, sin anestesia
Mohrez ha contado cómo los profesionales sanitarios trabajan “con las uñas”, improvisando cuidados en medio de la devastación. La desnutrición es ya una de las principales amenazas, la gente está bebiendo agua del mar, y Rají Mohrez advierte de que “los niños están creciendo sin alimentos, sin agua potable, sin estímulos, lo que condena su desarrollo físico y mental”.
Además de las heridas por balas y ataques aéreos, ahora se suman enfermedades derivadas de la falta de higiene, el hacinamiento y la desnutrición. Médicos que regresan de misiones en la zona narran escenas insoportables: menores con impactos de bala en la cabeza o el tórax, amputaciones sin anestesia, familias enteras sin acceso a medicamentos básicos.
La ayuda internacional, "simbólica" y tardía
El médico critica duramente el silencio de las instituciones internacionales. “Nos extraña que la ayuda haya sido tan poca, casi simbólica. Desde Europa, desde organismos médicos oficiales, el silencio es lamentable”, ha denunciado, porque la única respuesta real está viniendo de profesionales que, a título personal, se desplazan a Gaza para ofrecer asistencia en condiciones extremas.
Pero para Morez, la petición más urgente no es tanto el envío de ayuda como el fin del apoyo militar a Israel: “Lo único que pedimos es que no se sigan suministrando armas. Que los países que se dicen democráticos actúen con coherencia. No se puede hablar de derechos humanos y a la vez alimentar esta masacre”.
La jornada celebrada en Toledo tiene precisamente como objetivo visibilizar esta situación. “Lo más doloroso no es solo la destrucción, sino el silencio. Mirar hacia otro lado es complicidad”, concluye Morez, que confía en que foros como este sirvan para despertar conciencia y exigir una actuación política real.