Cuando Marisa llegó a España con sus tres hijos no sabía lo que les iba a deperar el futuro. Desconocía que su marido se tendría que ir a Málaga para ganarse la vida, tampoco que se tendría que mudar de puente de Vallecas a Guadalajara pasados los meses para ahorrar unos euros de alquiler, ni que la parroquía a la que acudió en un inicio para pedir ayuda se la daría multiplicada unos meses después.

Es la iglesia de San Ramón Nonato que, como tantas otras parroquías, a través de cáritas ayuda a aquellas personas que lo necesitan. Esos primeros meses recibía algún kilo de arroz, de legumbres, quizás leche si había suerte... Lo básico. Y como tantas otras cosas que no sabía Marisa, tampoco era consciente de que en esos momentos Nacho Guitard hablaba simultáneamente con el párroco para poner en marcha Cirineo, una idea para ayudar a gente que lo necesite de una manera totalmentre transparente, con la seguridad de que la ayuda se destinaría a algún bien esencial y además, generando más consumo. Y esta última idea es alrededor de la que gira el plan de negocio: si la ayuda solo se puede gastar en un supermercado, esa compra no se produciría sin las donaciones y por tanto, se puede cobrar una comisión de la misma.

No se puede decir por tanto que Cirineo sea una ONG, si no una startup social que fundamentalmente busca ayudar a familias que lo necesiten con donantes recurrentes de manera mensual. La parroquía comparte qué familias están en necesidad, las donaciones se convierten en cheques que solo se pueden gastar en un supermercado determinado, el donante sabe en qué se gasta y el comercio gana una compra: un círculo en el que todos salen beneficiados.

Poco a poco Cirineo fue creciendo, ganando donantes y ampliando la ayuda a más familias. Hoy son cerca de 300 los donantes y casi 70 las familias que reciben ayuda o bien con cheques de supermercado o con bonos para consultas psicológicas. Y gran parte de ese crecimiento se debe también a Carlos Martín, un amigo de Nacho conocedor del mundo startup que ahora trata de hacer que Cirineo crezca lo máximo posible.

Presentes en cuatro provincias

Parte de ese proceso de crecimiento ha pasado por abrir el espectro y no solo hablar con parroquias, si no con fundaciones que proporcionen más familias a las que poder ayudar: por el momento lo han conseguido en Lugo y Barcelona además de en Madrid donde nacieron y Guadalajara con Marisa. Sin embargo, para poder hacerlo es fundamental tener más donantes y más dinero para repartir más cheques. Por eso ha sido fundamental conseguir que se puedan desgravar las donaciones que se hagan a través de Cirineo.

A día de hoy todo lo que se necesita para donar es capacidad económica y voluntad para meterse en la página de Cirineo y elegir la cantidad que se quiera donar cada mes. Ellos során los que se encarguen de distribuir los cheques en función de las necesidades de las familias y ya solo queda esperar a recibir el mensaje mensual con la foto de la familia a la que has ayudado y la información de qué han podido comprar gracias a tu donación.