Padres alzan la voz contra el uso de pantallas en clase: “Estamos ignorando los riesgos”
Padres de Guadalajara reclaman a la Junta limitar el uso de pantallas en las aulas. Mientras otras comunidades las apagan, Castilla-La Mancha sigue apostando por digitalizar.

Guadalajara - Publicado el
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Medio millón de alumnos madrileños que acuden a clase en los 2.000 centros públicos de la región apagarán las pantallas en clase. Una medida a la que se han sumado otras comunidades, la mayoría populares, como son Murcia, Comunidad Valenciana, Baleares y Galicia, y otras socialistas, como Asturias y Cataluña. Y aquí en Castilla-La Mancha, pues ni está ni se la espera. De hecho, en 2019 puso en marcha un proyecto que es todo lo contrario: el proyecto Carmenta, que busca esa digitalización de las aulas.
Ahora han sido los propios padres y madres de los colegios de aquí, de Guadalajara, los que se han unido para hacer una reclamación a la Junta, para adoptar esas u otras medidas que regulen el uso de pantallas de nuestros hijos. Andrés Lombao es padre y miembro del consejo escolar del CEIP La Paloma en Azuqueca de Henares. Explica que “digitalizar las aulas no está mal, pero conociendo los riesgos”. Asegura que hay que “corroborar que, además de los efectos positivos para la educación, hay riesgos, y no se están teniendo en cuenta”. Riesgos que “tienen consecuencias graves”.
“Hasta tres horas frente a una tablet”
Para conocer los detalles de los riesgos, han consultado con la Asociación Española de Pediatría, ardua defensora de reglamentar este uso porque conocen bien los efectos que pueden tener en el desarrollo cognitivo de los peques. Recomienda que no se exceda de una hora la exposición a pantallas hasta los 11 años, difícil cuando “tienen el televisor de su casa, guitarras, móviles... Y desde el propio centro reconocen que son 3 horas, ya nos estamos excediendo”.
El proyecto Carmenta lleva seis, siete años en marcha pero las pantallas están presentes en nuestras vidas desde hace años. Fíjate, el primer iPod Touch, el primer dispositivo portátil con pantalla táctil, es de 2007. Los padres se preguntan ahora... ¿vamos tarde? Creen que “nos ha pillado con el pie cambiado, vemos el problema de no poder usar estos dispositivos. El problema es que, ensimismados con la novedad, estamos pasando por alto los riesgos”.
Andrés tiene tres hijos. El mayor de ellos está dentro del proyecto de digitalización de Castilla-La Mancha y han tenido esta conversación en casa: “Opina que hay asignaturas que sí es interesante, pero que en otras es una tontería tener que recurrir a una tablet”.