El despiste que más se repite en vacaciones y que puede costarle la vida a tu mascota
La ola de calor sumado al despiste de los dueños provocan un aumento drástico de estos casos en las clínicas veterinarias

Guadalajara - Publicado el
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Con la llegada de los meses de calor, y con alertas por altas temperaturas en gran parte de España, en Guadalajara se esperan días con temperaturas que superarán los 35 grados. En estas circunstancias, los consejos para evitar problemas son claros: no hacer deporte en las horas centrales del día, mantenerse hidratado, usar protección solar y estar atentos a los grupos de riesgo, como niños y personas mayores.
Pero, ¿qué ocurre con nuestras mascotas? Perros y gatos también sufren las consecuencias del calor, y ser conscientes de ello puede evitar muchas sorpresas desagradables o visitas urgentes al veterinario.
El veterinario Miguel Ángel Díaz explica que “nuestras mascotas no toleran el calor de la misma manera que nosotros, ellos no sudan, que es nuestra herramienta principal para regular la temperatura. Su principal manera de regular su temperatura es el jadeo.”
Respecto a las señales de peligro que indican que debemos actuar rápido, Miguel Ángel advierte: “con dificultad ya, incluso para moverse después de jadeos, si empiezas a ver un color azulado o morado en las encías, en la lengua, eso ya es un paso muy... ya no tienes que ir corriendo, tienes que ir volando al veterinario.”
Las altas temperaturas también afectan a nuestras mascotas

Además, destaca que un indicio claro es la frecuencia respiratoria y la taquicardia, que se puede detectar colocando la mano en la parte izquierda del tórax del perro, justo detrás del codo: “pones tu mano ahí y enseguida verás que tiene el corazón desbocado.”
Un gran despiste que se repite con frecuencia es no proteger las patas de los perros. “Nosotros solemos ir con zapatillas que nos protegen del calor del asfalto o del suelo, pero los perros van con sus almohadillas al descubierto y, por desgracia, muchas veces acaban con heridas o quemaduras muy dolorosas, que les dificultan mucho el día a día. No nos damos cuenta y con nuestra mejor intención les llevamos de paseo y acaban con las almohadillas abrasadas.”
En piscinas y playas, también hay que extremar la precaución. “Una vez que están dentro, ellos tienen que poder salir, es decir, que tengan una zona con escaleras o al menos un escalón que facilite la salida. Por desgracia, algunos perros se caen o se tiran a la piscina y después no saben salir, se ponen nerviosos, no tienen manera clara de apoyarse para subirse al bordillo y acaban ahogándose por agotamiento.”
El jadeo es la forma que los perros tienen para intentar disipar el calor, pero tiene sus riesgos. “Pretenden aumentar la disipación de calor a través de la respiración, pero el problema es que el jadeo lleva a un aumento de la frecuencia respiratoria y de la frecuencia cardíaca, y en muchos casos lo que se consigue es el efecto contrario.”
Estos cambios en las condiciones circulatorias y respiratorias pueden desencadenar los temidos golpes de calor, una emergencia grave que requiere atención inmediata.