La memoria del Alto Sil (León) revive en pastuezo: Ovidio García inmortaliza Matalavilla en su nueva obra

En el anhelo por recuperar la identidad y dejar constancia de la huella indeleble de la lengua en el crisol de un pueblo, como vehículo que transmite sus valores, sus historias y sus conocimientos de generación en generación, Ovidio García Fernández, natural de Matalavilla (1958), sabedor de la importancia de la lengua para los miembros de una comunidad con la que crea un lazo de unidad y pertenencia, profundamente enamorado de sus raíces y orgulloso del pastuezo, su lengua —variante del asturleonés occidental tristemente desaparecida—, echa la vista atrás con nostalgia para rescatar la magia de estos “sus lugares” que él conoció desde niño, cuya memoria, siempre en pastuezo, se resiste a perder, anegada en los ojos del tiempo.  

Un homenaje a los guardianes de la memoria

Ganador del XI Concurso de Recogida de Toponimia 'Concha de Lama' con su obra Toponimia de Matalavilla, recientemente publicada por el Club Xeitu, pretende Ovidio además rendir un sentido homenaje a nuestros mayores, cuyo recuerdo atesora con cariño. Artesanos del mundo rural, custodios de Lares y Penates, garantes de una forma de vida ya extinta, guardianes de leyendas y tradiciones con los que desea saldar una deuda, porque es de justicia que su legado permanezca entre nosotros, rescatado de las garras del olvido.  

La geografía de un pueblo en palabras  

La fuente del Buchí Buchí, la presa de Tardicuende, las Tsinares de la Proída o la Cuesta de Salsipuedes comparten reñido protagonismo con el Arrimadero del Acebín, la Pena de los Melandres, el Tsau Fundeiro o el Tsindón de las Tseras, entre otros tantos nombres de montes, caminos y fuentes —unos 300— que, en palabras de su autor Ovidio García Fernández, no tendrían sentido alguno si no en pastuezo, la lengua que los alumbró, como los recitaba de carrerilla su padre Martín, minero de profesión y uno de los mejores picadores del Valle de Laciana, con varios premios en su haber.  

El alma de Matalavilla  

Así, el Corón, el Sardonal, las Tsinares de Per Álvarez, la Rebecera, el Calecho Viecho o el Vache Valdiliegua se visten de gala para recoger la esencia de Matalavilla, ungidos por el marchamo del pastuezo en esta obra única que nos acerca a las costumbres, la cultura, la forma de vida y las gentes de este pueblecito del Alto Sil.  

Sobre la colaboradora de COPE: Silvia Rodríguez        

Silvia Rodríguez es colaboradora de COPE Bierzo desde el 24 de junio de 2019. La podréis leer y escuchar los lunes en la sección de opinión bajo el título ‘Silvia en COPE Bierzo’ y los fines de semana en ‘Con otra perspectiva’, disponibles en Cope.es/Bierzo.

Licenciada en Filología Inglesa por la Universidad de Salamanca, Silvia decidió estudiar esta carrera por su pasión por la lengua y la literatura. Disfruta leyendo, escribiendo y escuchando buena música. Además, es feliz trabajando en equipo y cree firmemente que “estamos aquí para ayudar y hacer felices a los demás”.

Silvia también es socia fundadora del Banco de Alimentos del Sil y colabora con esta ONG que realiza una labor destacada en la comarca. Enamorada de la enseñanza, es profesora de inglés, lengua y literatura en la Academia Corcal. Se define como una persona vital, alegre, optimista y con gran sentido del humor. Además, realizó el prólogo del libro ‘Chuma. El Valle del Silencio’ del escritor Miguel Velasco Nevado.