Este campamento en Sigüenza enseña en solo 13 días lo que muchos no aprenden en años: "Valores y disciplina castrense"
Respeto y compañerismo. El único campamento castrense de Castilla La Mancha que acoge a jóvenes de toda España e incluso del extranjero

Campamento 'El Cid'
Toledo - Publicado el
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Con el verano, los padres buscan conciliar trabajo y rutina con sus hijos que ya están de vacaciones escolares, entonces para ellos, una alternativa son los campamentos. Conoces los típicos, pero en COPE Castilla La Mancha vamos hablarte de un campamento atípico que te va a sorprender.
No son vacaciones, sino una intensa formación personal la que descubrirás en el primer campamento castrense de Castilla-La Mancha. Así es el Campamento el CID, que está ubicado en Sigüenza (Guadalajara), y la de este verano, es su cuarta edición ofreciendo un campamento muy diferente.
DIFERENCIA ENTRE MILITAR Y CASTRENSE
José Gómez, es el director de este campamento y lo primero que quería es aclarar que este, es un campamento de formación no formal, es un campamento castrense y es que "realmente el campamento militar es un castrense con una herramienta de trabajo que, en su caso, es un arma de fuego o un instrumento que sirve para defenderse o para atacar".
"Por eso a nosotros nos gusta diferenciar, porque en el campamento no hay nada de armas, de ningún tipo. Por lo tanto, al no tener armas, pues no somos militares, somos castrenses. Esa es la gran diferencia".
Todos los instructores que imparten sus conocimientos en el campamento proceden del Ejército, Guardia Civil o cuerpos de seguridad, incluso 'influencer' de honor que imparten alguna que otra charla a los jóvenes.
Ni hay cuartel ni hay armas: hay un espacio para crecer
Hay un porcentaje de chicos y chicas que llega a este campamento porque les gusta y porque están motivados, quieren probar un poco esa vida castrense. Quizás para después tomar la decisión de su vida: dedicarse a la Guardia Civil o Policía o de Ejército. Hay otros que llegan poco motivados porque la decisión ha sido de los padres para que recuperen o aprendan esa disciplina un poco perdida.
José nos contaba que "hay de todo. Hay caras con alegría y hay caras con tristeza y enfado en un principio, hasta que van cogiendo el ritmo y hacen amigos". Cuando los jóvenes chicos llegan tienen "que raparse según marca el Reglamento Militar y castrense, todos tienen que ir iguales, y luego las chicas tienen que ir con el pelo recogido, los que tengan largo, en un moño, igual que en el ejército". El primer día reciben su uniforme y todo lo necesario para aguantar más de diez días donde todos serán iguales, eso es un elemento educativo muy importante en el campamento.
EL DÍA A DÍA EN EL CAMPAMENTO
Una rutina un poco estresante, nos contaba José "Nos levantamos todos a las siete de la mañana, con el toque de diana, y tenemos 30-45 minutos para asearnos, arreglar la cama y arreglar la habitación y bajamos a desayunar.
Paseando por un lado del Castillo de Sigüenza van hasta una zona de naturaleza donde están hasta las hasta las 11 de la noche aproximadamente, "pasamos todo el día haciendo actividades: cartografía, orientación, marcha, rapel, buceo, un poco de todo".
Se encuentran en las instalaciones del Colegio Safa, de la Sagrada Familia en Sigüenza, donde usan la parte del Colegio como internado para dormir y comer, y luego la parte del oasis, unas instalaciones fantásticas que tiene el colegio con unos 100.000 metros cuadrados.
El director del campamento nos contaba que "los primeros días un poco más duros, porque es donde se aplica más esa disciplina castrense, donde aprenden a ponerse firmes, a saludar, a tratar con usted, porque aquí todos nos hablamos de usted, tanto ellos hacia nosotros como todos hacia ellos, buscando esa parte disciplinaria de valores, del respeto, porque lo que primero nos enseñamos es que el respeto empieza en uno mismo. Si no tenemos respeto en nosotros, ¿Cómo vas a tener respeto en los demás?"
CHICOS DE OTROS PAÍSES
Esta es la cuarta edición, "el primer año éramos 14 niños y niñas; el segundo éramos 37; el tercero 69, y este año somos 121. Como ves, vamos creciendo".
Hasta el punto que tienen "niños que este año vienen de Nueva Jersey, Estados Unidos, y gente que viene de Oslo o de Alemania, que son españoles, que son hijos de españoles, que hablan castellano".
Y algo de lo que pueden presumir es que "tenemos un porcentaje del 45% de repetición. Por eso crecemos tan rápido. Porque de este año, de 121, seguramente repetirán unos 60. Y luego, tenemos la suerte, de poder decir que tenemos 0% de expulsiones y 0% de abandonos. ¿Qué quiere decir? Que, aunque entren algunos con pocas ganas, acaban cogiendo la dinámica del campamento y disfrutan mucho".