La eliminatoria previa disputada este miércoles por conjuntos de categoría territorial ha dejado grandes partidos y la euforia de los conjuntos clasificados, que se enfrentarán en la próxima ronda a clubes de Primera División.

CD Rincón, Racing Murcia, Racing Rioja, CD Cantolagua de Sangüesa, Anaitasua FC de Azcoitia, CE Cardassar, UD Tomares, CD Marchamalo, Ribadumia y UD Buñol han conseguido la proeza de su clasificación para la primera eliminatoria de la Copa del Rey.

Por segunda temporada consecutiva, diez equipos que la pasada temporada militaban en categoría territorial se medirán a conjuntos de Primera División en el torneo con más solera del fútbol español.

Anoche, el CD Marchamalo consiguió el pase ante el CF Móstoles tras una eliminatoria que se estiró hasta la tanda de penaltis, en la que Jony detuvo el primer lanzamiento para desequilibrar la balanza a favor del conjunto alcarreño.

Balonmano

Por otro lado, el Quabit Guadalajara desaprovechó ayer una renta de tres goles al descanso, viéndose desbordado por el Ángel Ximénez Puente Genil en una segunda parte en la que fue superior en todas las líneas. Álvaro de Hita, cancerbero pontano, contribuyó a la victoria con 11 paradas.

La igualdad fue máxima en los primeros veinte minutos de juego, ninguna de las dos escuadras aprovechó sus superioridades y se asistió a un intercambio de goles y de errores sobre el parquet.

Hasta que la defensa morada y, sobre todo, un inspirado Saeid bajo palos, propiciaron la máxima renta del Quabit en el primer período (12-9). En ese momento Paco Bustos, técnico del Ángel Ximénez, detuvo el crono para reconducir el equipo.

Juan Castro no lograba conectar con Javi García, el ex pivote alcarreño sólo marcó un gol en la primera parte, desde los siete metros. También desde esa distancia el pichichi local, Arthur Pereira, se mostraba infalible (tres de tres) y marcó la diferencia en el primer parcial.

En la reanudación el conjunto pontano remó para limar las diferencias. Y lo logró pronto, impulsado por las paradas de De Hita y los goles de Joao Pedro y Xavi Tuá.

Mariano Ortega, entrenador del Quabit, se vio obligado a solicitar un tiempo muerto. Puente Genil leía de memoria el ataque morado y escaseaban las ocasiones de lanzamiento.

Mediada la segunda mitad era el Ángel Ximénez el que atesoraba una renta de tres goles (16-19). El quince minutos, el Quabit había anotado tan solo tres tantos.

Juan Castro estaba desatado y neutralizó la salida a pista de Jota Hombrados, en un intento desesperado por igualar la contienda.

La brecha, lejos de cerrarse, llegó a seis goles (21-27), la máxima renta del conjunto andaluz. Ni siquiera la ausencia temporal del internacional David Estepa, debido a un golpe, afectó al ataque pontano.

Puente Genil continúa en la parte noble de la tabla, mientras el Quabit mira con preocupación a los puestos de descenso.

Y también destacamos el encuentro de anoche del Incarlopsa Cuenca que se hizo con una merecida victoria en Nava de la Asunción gracias al extraordinario partido de Samuel Ibáñez en la portería, y de Ángel Pérez de Inestrosa en la dirección de juego.

El encuentro se desarrolló a un ritmo muy alto en los primeros treinta minutos, con dominio alterno en el marcador. Los ataques se impusieron a las defensas en las primeras acciones, en los que los lanzamientos lejanos de Mota y Da Silva por los locales dieron la réplica al buen hacer de Bulzaminy y Doldán en el pivote.

Mediado el primer período, una buena racha de aciertos de Samu Ibáñez bajo los palos de la portería conquense permitió a los de Lidio Jiménez abrir una pequeña brecha de dos goles que lograron mantener ante el acoso de los locales, liderados por Rodrigo Pérez Arce, que logró seis tantos en el primer tiempo.

Un nuevo tirón del Cuenca en los primeros compases de la reanudación otorgó al conjunto visitante una renta de cuatro tantos, que supo defender a base de un férreo 6:0 con Samu Ibáñez en estado de gracia bajo los palos.

En ataque, la dirección de juego de Pérez de Inestrosa y la decisión de Thiago Alves en el lanzamiento terminaron por ser definitivas para la suerte del partido.