Raquel, tras volver a su pueblo natal en Cuenca: "Reconozco que te tiene que gustar vivir en la tranquilidad, pero yo lo agradezco. Aquí tienes todo y si necesitas ir a la ciudad estamos muy cerca"

En Boniches, un pequeño pueblo de la serranía baja de Cuenca de apenas 136 habitantes, la vida transcurre a un ritmo pausado. Allí, dos hermanas, Raquel y Sandra, decidieron dar un paso valiente: dejar la ciudad para volver a sus orígenes y mantener con vida el negocio familiar, una carnicería y tienda de alimentación que se ha convertido en el corazón de la localidad  en la que elaboran su propio embutido.

De la ciudad al pueblo

Raquel se encontraba trabajando fuera después de sus estudios, pero su vida dio un giro. "Me quedé embarazada, y como mi marido era de por aquí de la zona, decidí volver al pueblo", ha explicado a los micrófonos de COPE Cuenca. 

La necesidad de sus padres de recibir ayuda en el negocio fue el impulso final para que Raquel se quedara y, más tarde, junto a su hermana Sandra, tomaran las riendas del establecimiento.

Sandra, que vivía en Valencia, también buscaba un cambio. Según ha relatado su hermana, anhelaba la tranquilidad del pueblo para formar su propia familia. "Su marido también vive desde un pueblo de por aquí cerca, y [decidió], igual que yo, venir aquí a criar a nuestros hijos", ha comentado Raquel. Hoy, además de la tienda, gestionan las casas rurales El Fresno, que atraen visitantes a la comarca.

Un servicio contra la despoblación

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La tienda de Raquel y Sandra es mucho más que un comercio en una localidad con poco más de un centenar de vecinos. Se ha convertido en un punto de encuentro y un servicio esencial, una forma de resistencia frente a la despoblación.

Son, sobre todo, las personas mayores quienes más valoran tener el comercio a mano. "La gente mayor es la que más se beneficia, ya que no sale tanto con el vehículo y esas cosas, sí, lo agradecen, la verdad es que lo agradecen", ha afirmado Raquel. Este servicio diario les evita desplazamientos y les proporciona un contacto social fundamental.

La gente mayor es la que más se beneficia, ya que no sale tanto con el vehículo y esas cosas"

Raquel 

Vecina de Boniches

Apoyo institucional al comercio rural

Historias como la de estas dos hermanas son un ejemplo de cómo se sostiene el mundo rural. Por ello, la Diputación de Cuenca ha impulsado ayudas para el mantenimiento del pequeño comercio en municipios de menos de 250 habitantes. En total, 168 establecimientos de la provincia se benefician de estas subvenciones, con una inversión superior a los 300.000 euros.

Aunque Raquel reconoce que "te tiene que gustar vivir en la tranquilidad", para ella las ventajas son claras: "Tienes todo, es tranquilidad, es naturaleza, respiras aire puro". Además, destaca la proximidad a ciudades como Cuenca o Valencia, lo que les permite disfrutar de lo mejor de ambos mundos. "Vivir es tranquilidad, para mí es mucha tranquilidad", ha concluido.