Final feliz para el espeleólogo murciano al que se buscaba en la cueva de Los Chorros
Se movilizaron los bomberos del SEPEI de Molinicos y también el grupo especial de Rescate

Imagen del dispositivo. DIPUTACIÓN DE ALBACETE
Albacete - Publicado el
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Anoche el 1-1-2 de Castilla La Mancha nos alertaba de la búsqueda de un espeleólogo en la cueva de Los Chorros, en el nacimiento del Río Mundo y esta mañana hemos podido contar el mejor de los desenlaces, un final feliz para un rescate que finalmente no ha sido necesario, pero que ha servido como un valioso simulacro.
Te cuento la historia. Este domingo, alrededor de las ocho de la tarde, se activaron las alarmas en la zona de la cueva de los Chorros, en Riópar. Un grupo de espeleólogos procedentes de la Región de Murcia dio aviso al 1-1-2 tras perder el contacto con uno de sus compañeros, que había accedido a la cueva horas antes y no respondía a las llamadas. La preocupación creció rápidamente, dado el entorno complejo y la extensión de las galerías subterráneas, que alcanzan hasta 30 kilómetros.
Ante la alerta, se movilizó con rapidez un amplio dispositivo de emergencia: efectivos de la Guardia Civil, bomberos del parque de Molinicos, especialistas en rescate en altura del SEPEI y el grupo de rescate de Castilla-La Mancha.
La coordinación fue inmediata, y se introdujo un primer equipo en la cueva para iniciar la búsqueda. Sin embargo, mientras el operativo se desplegaba, el espeleólogo extraviado —un hombre de unos 40 años— logró salir por su cuenta de la cueva. Desorientado, tomó un rumbo inesperado y se adentró en el monte, donde estuvo vagando durante horas.
Finalmente, ya de madrugada, fue localizado por un ciudadano que lo acompañó hasta Riópar y dio aviso al 1-1-2 confirmando que se encontraba en buen estado. Ovidio García, jefe de Bomberos del SEPEI, que ha dirigido el dispositivo, ha destacado en declaraciones a COPE Albacete la importancia de este tipo de intervenciones, incluso cuando no llegan a ser necesarias.
En este caso, el susto se convirtió en una oportunidad para poner a prueba los protocolos de actuación y la coordinación entre cuerpos de emergencia. Todo ha quedado en un buen susto, pero también en un excelente ejercicio de preparación.



