Nuevamente, el Ayuntamiento de Albacete ha confeccionado un cartel basado en la presencia de toreros de la tierra con la única variación de haberse agendado la solidaria cita en 7 de mayo, fecha más lógica y que muy probablemente repercutirá positivamente en la taquilla. Si con un cartel similar el año pasado, en una fecha más que desangelada, se logró un aforo mejor de lo previsto gracias a una soleada mañana, pero lejos de lo que el Cotolengo se merece, no es descabellado pensar que a principios de mayo, el tiempo acompañará y más aficionados querrán colaborar con la Institución Sagrado Corazón de Jesús y, por supuesto, apoyar a los toreros locales. ¿Y sobre la composición del cartel? Entremos en materia.

Porque es atípico y cuando menos llamativo que se anuncien tres matadores de toros (Pinar, Tendero y Serrano) y tres novilleros (dos con picadores, Molina y Moreno; y Mazo por la cuota de la Escuela taurina). Lo tradicional y habitual es que el peso del cartel lo lleve un nutrido grupo de matadores y que uno o dos novilleros sean la guinda del pastel.

Quizás una solución salomónica hubiera sido la de repetir el cartel de la edición pasada donde los nombres anunciados tuvieron que sacarle las castañas del fuego al Ayuntamiento en una fecha invernal y a contraestilo. Ya saben: te anuncio, búscate la vida para que un ganadero done un utrero para que lo lidies y encima torea con los gastos más que congelados. Si se ha vuelto a apostar por la baza local, repetimos, no hubiera sido un error repetir un cartel muy parecido -incluso añadiendo a los novilleros de este año- pero con una fecha más amable. Dejar fuera a Palacios, Carretero, Marín es difícil de explicar. E injusto, podríamos decir.

Ahora bien, como ya hay cartel aunque sin ganado conocido de momento, podría plantearse potenciar ese fin de semana con diversos eventos por parte del Ayuntamiento. No estaría de más que el alcalde Emilio Sáez y el concejal taurino Vicente Casañ coordinasen diversos eventos y actos para darle más brillo y lustre al festival. Exposiciones, charlas, jornadas, eventos gastronómicos, convenios varios con otras asociaciones locales, y un largo etcétera de posibilidades para dotar de vida e ilusión a la solidaria efeméride.

Que toda la ciudad y provincia marque en rojo la fecha en el calendario y que la plaza luzca con unos tendidos rebosantes de color y calor. Iniciativas como la protagonizada por la plataforma “También somos Cultura” donde se recogieron más de cuatro mil kilos de alimentos son un buen ejemplo de la senda a seguir. Todos, sin excepción, debemos estar unidos por y para el Cotolengo. Es el momento. Valor, y al toro