Los hongos, “internet del bosque”, protagonizan estos días la actividad de la Sociedad Micológica de Cantabria

SOMICAN celebra en Camargo sus 38 Jornadas Micológicas con charlas, salidas al monte y una exposición que reivindica la importancia de los hongos en los ecosistemas.

Europa Press

Setas en un terreno forestal.

Laura Castillo

Santander - Publicado el

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En pleno otoño, cuando los bosques se llenan de colores y de aficionados con cesta en mano, la pregunta es inevitable: ¿sabemos realmente qué estamos recogiendo cuando salimos a por setas? 

De eso ha hablado en Mediodía COPE Cantabria con Cristina Jimeno, el presidente de la Sociedad Micológica de Cantabria, Valentín Castañeda, que estos días coordina la 38ª edición de las Jornadas Micológicas de Camargo.

 Los hongos, mucho más que “plantas raras”  

 Castañeda recuerda que las setas no son plantas, sino frutos de los hongos, unos seres vivos fundamentales para la salud del bosque:

No existe un bosque sano sin hongos. Son los que descomponen la materia orgánica, los que actúan como depredadores de lo viejo y lo enfermo y, además, colaboran de forma simbiótica con los árboles”.

Valentín Castañeda

Presidente de la Sociedad Micológica de Cantabria

 A través de sus filamentos, el micelio, los hongos se asocian a las raíces de los árboles, les aportan minerales y otras sustancias… y hasta sirven de red de comunicación:  “Se ha descubierto que a través de las raíces estos hongos se comunican con otras raíces de otros árboles vecinos y realizan una especie de internet, comunicando los árboles entre sí por señales químicas”.  

 De hecho, recuerda, el ser vivo más grande del planeta es un hongo: una Armillaria que ocupa una extensión mayor que varios campos de fútbol en el estado de Oregón (Estados Unidos), aunque casi todo su cuerpo permanece oculto bajo tierra.  

En estas fechas, los aficionados pueden encontrar en Cantabria setas muy apreciadas en la cocina, como:  Boletus edulis,  distintos champiñones del género Agaricus o Rebozuelos, entre otras especies comestibles. 

La Sociedad Micológica, sin embargo, va mucho más allá del interés gastronómico: en sus salidas recogen también especies no comestibles y poco conocidas, y no es raro que aparezca alguna que requiere meses de estudio para ser identificada.

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Ejemplar de seta.

 “Ante la duda, rechazar”: seguridad ante todo  

 Cada temporada se repite el mismo aviso: no jugar con la salud por una sartén de setas. Castañeda es contundente:  “Hay una regla y la regla es que, ante la duda, rechazar”. Y además, añade dos ideas clave: que las setas que se vayan a consumir deben ser revisadas por expertos de verdad, no por “expertos de barra de bar” y que, todos los años, se registran intoxicaciones muy graves en España que pueden llegar a provocar la muerte.  

 Entre las anécdotas, cuenta el caso de personas que durante años han creído comer una especie “buenísima”, como el rebozuelo, y en realidad estaban consumiendo otra distinta, sin apenas valor culinario, aunque no tóxica.

“Cuando se lo dices, se quedan sorprendidos: llevan años comiendo algo que no era lo que pensaban”.

 38ª edición de las Jornadas Micológicas de Camargo  

EUROPA PRESS / Alberto G. Ibanez

El alcalde de Camargo, Diego Movellán, en la presentación de las XXXVIII Jornadas Micológicas de CantabriaPOLITICA ALBERTO G. IBANEZ

 Las Jornadas Micológicas de Camargo, que cumplen 38 ediciones, se celebran del martes 11 al domingo 16 de noviembre, con el apoyo del Ayuntamiento de Camargo, que lleva cuarenta años respaldando a la sociedad.  

Si quieres saber más información lo tienes en la web del Ayuntamiento de Camargo o en la página de SOMICAN.