El Gobierno de Cantabria ha anunciado su intención de llevar a cabo un exhaustivo análisis del recién concluido Año Jubilar Lebaniego 2023-2024, con el objetivo de identificar tanto los aspectos que han resultado exitosos como aquellos que han presentado deficiencias. Esta evaluación tiene como propósito fundamental evitar la repetición de errores y garantizar una mejor preparación de cara al próximo Año Santo en 2028.

La consejera de Cultura, Eva Guillermina Fernández, ha expresado la necesidad de realizar un balance detallado del evento religioso tras el cierre simbólico de la Puerta del Perdón. Fernández destacó la importancia de considerar diversos factores en esta evaluación, reconociendo que se debe determinar qué aspectos han fallado y qué aspectos han sido exitosos durante el desarrollo del Año Jubilar.

Entre las áreas que se analizarán, la consejera ha mencionado la posible falta de promoción fuera de la región y la comunicación insuficiente con las parroquias, así como la influencia de las obras en el Desfiladero de La Hermida en la afluencia de visitantes, especialmente en lo que respecta al transporte. La inversión de largos tiempos de viaje y las incomodidades derivadas de los trabajos de construcción podrían haber disuadido a potenciales peregrinos, afectando así la celebración del evento.

No obstante, Fernández también ha destacado que hubo aspectos positivos durante el Año Jubilar, subrayando la importancia de identificar y valorar estas áreas de éxito. Según la consejera, es esencial considerar todos estos elementos para una planificación más efectiva y para evitar la repetición de errores en futuras celebraciones jubilares.

La clausura de la Puerta del Perdón en el Monasterio de Santo Toribio de Liébana fue descrita por la consejera como una jornada "emocionante" y "emotiva", caracterizada por un fin de semana lleno de actividades y un ambiente festivo. Fernández ha señalado que la impresión general del evento de clausura ha sido positiva, lo que refleja el esfuerzo y la dedicación invertidos en su organización.

En cuanto al reloj instalado en la Catedral de Santander, que marcaba el final del Año Jubilar el 16 de abril, la consejera explicó que su configuración fue establecida para marcar una cuenta regresiva de un año natural desde su puesta en funcionamiento el pasado 16 de abril. Esta aclaración busca evitar confusiones respecto a la duración y los límites temporales del Año Jubilar Lebaniego.

En conclusión, el Gobierno de Cantabria se encuentra en proceso de evaluación del Año Jubilar Lebaniego 2023-2024, con la intención de aprender de las experiencias pasadas y mejorar la planificación y ejecución de futuros eventos jubilares. Este análisis detallado busca optimizar la experiencia de los fieles y visitantes en las celebraciones religiosas venideras, con miras al próximo Año Santo en 2028. La participación activa de la comunidad local y la colaboración con instituciones religiosas serán fundamentales para el éxito de esta iniciativa de mejora continua.