La angustia de una cántabra en el terremoto de Estambul: "Aterrador, no sabía qué hacer"
Deniz Toren, vecina de Guarnizo, lleva tres semanas viviendo en Turquía y confiesa que "nunca había vivido algo así"

Entrevista a Deniz Toren, Cántabra residente en Estambul que vivió el terremoto en primera persona
Santander - Publicado el - Actualizado
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Estambul, ciudad turca de más de 16 millones de habitantes, vivió momentos de pánico este miércoles 23 de abril tras un terremoto de magnitud 6,2 que sacudió la ciudad y sus alrededores. El epicentro se localizó en el mar de Mármara, cerca de Silivri, a unos 40 kilómetros al suroeste de la ciudad.
Deniz Toren es de Guarnizo. Medio turca (su padre nació en la tierra de las cuatro estaciones), siempre ha tenido inquietudes por el conocimiento acerca de diferentes culturas. A sus 30 años ha trabajado en Cantabria, Canarias, Alemania y Turquía. Siempre vinculada al mundo del sector hotelero, hace tres semanas instaló sus maletas en Estambul para desempeñar sus funciones en el hotel Grand Hyatt Istanbul. Y ayer vivió uno de los episodios más angustiosos de su vida.
A eso de las 12 del mediodía, "mientras estábamos tomando un té, empezaron a sonar ruidos que provenían como de dentro de la tierra, unos sonidos que no había escuchado en mi vida", confiesa Deniz. Notó que algo no iba bien. Estaba en su domicilio junto a su compañera de piso, una chica turca que ya sabe lo que es vivir un terremoto. "No te muevas, quédate quieta en el suelo del piso, no te acerques a la puerta", le aconsejaba su compañera a Deniz.
"No podíamos ponernos de pie, el temblor era tal que se movía absolutamente todo. Fueron 15 segundos horribles. Y lo peor es que no sabíamos cuánto iba a durar, si iba a volver el sismo... no teníamos ni idea de nada", manifiesta Deniz.
MOMENTOS DE INCERTIDUMBRE
"Tratamos de salir a la calle lo más rápido posible, puesto que espacios abiertos, como por ejemplo parques, son los lugares más seguros en caso de terremoto, pero para mí fue aún peor. Estaba aterrada, llorando, con muchísima ansiedad. El ver a todo el mundo corriendo, gritando, saliendo de sus casas con las mascotas, sus hijos, las maletas... me angustió mucho", comparte Deniz.
Las autoridades tomaron la decisión de suspender todas las actividades programadas para el día del niño. Escuelas y centros de formación permanecen cerrados y población extrema precauciones, puesto que las réplicas son constantes.
Para la familia de Deniz, la situación es compleja. Están en contacto de manera permanente hasta que cesen los sismos y la población recupere cierta normalidad. "Están preocupados, es normal. Hemos tenido 4 o 5 réplicas y no sabemos cuando va a parar de temblar de manera definitiva", dice Deniz.
no se reportan daños ni victimas mortales
Aunque no se reportaron daños estructurales significativos, las autoridades evacuaron preventivamente 12 edificios y recibieron más de 370 informes de daños menores. 236 personas resultaron heridas, la mayoría de ellas, por intentar huir de los edificios en medio del pánico.