Desde mañana Inglaterra estará oficialmente fuera de la Unión Europea, una decisión que afecta directamente a la actividad del puerto de Santander. Ya se ha habilitado en el interior de las instalaciones el puesto fronterizo para que los agentes controlen la entrada y salida de pasajeros y mercancias. El Brexit supone además que se establecerán nuevos aranceles e impuestos para los productos salgan desde España y Cantabria. El presidente del puerto Jaime González reconoce que hay cierta" incertidumbre" en las empresas por el impacto que esta medida pueda tener en las exportaciones y las importaciones. " Todo lo que es la relación comercial de ambos paises tienen una gran incongita. Cuando tienes que pagar aranceles estas encareciendo el producto. Puede ocurrir que muchas personas compren a partir de ahora en Inglaterra porque sea mas fácil acceder al producto y sobre todo más barato".

La otra preocupación es evitar las colas que se puedan formar en la entrada y salida de pasajeros en la nueva aduana que estará controlada por agentes de las fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

El días 6 de enero llegará el primer barco de la compañía Brittany Ferries y será el banco de pruebas del nuevo sistema. "Todas las operaciones estan calculadas para que el barco esté cuatro horas. Si eso se alarga es un encarecimiento para la compañía. Nuestra misión es que se realicen las operaciones de la forma más barata posible y no se sufran demoras por tener que implantar ahora los controles a la entrada y a la salida".

A pesar de las dudas y las incertidumbres que se plantean González confía en que el puerto se adapte rápido a las dificultades para encontrar nuevas oportunidades de negocio con Inglaterra. " Nosotros estamos trabajando para lograr que todo funciones perfectamente. Confío que el turismo no se resienta. Muchos ciudadanos británicos eligen España para pasar sus vacaciones por el clima y vamos a ver como el Brexit afecta a esta situación", ha concluido.