Así se trabaja en la Cocina Económica Santander para ayudar a quienes no tienen nada: "Llegan personas muy jóvenes"

La directora de la organización, sor Ana Rivero, alerta sobre el aumento de jóvenes migrantes que buscan ayuda ante la crisis de la vivienda y la falta de oportunidades

Juan Embid Urzola

Madrid - Publicado el

3 min lectura

En Santander hay una cola que no entiende de estaciones ni de fiestas. Una cola que crece y que refleja, mejor que muchos informes sobre pobreza, cómo están cambiando las cosas en nuestro país. La Cocina Económica atiende cada día a miles de personas que necesitan algo tan básico como comer, pero también acompañamiento, orientación y dignidad

Su programa de comedor social, que es el más conocido, recibe diariamente a unas 170 personas. A esto se le suma el programa de reparto de alimentos, del que se benefician cerca de 600 familias cada mes. Están también los talleres ocupacionales, el centro de día, el programa de inserción laboral o los alojamientos que gestionan las Hijas de la Caridad, con un total de 70 plazas que están, casi siempre, ocupadas.

Un nuevo rostro que necesita ayuda

La directora de la Cocina Económica Santander, sor Ana Rivero, ha alertado sobre un nuevo perfil de usuario que se suma a los ya conocidos: jóvenes migrantes que llegan a la ciudad en busca de un futuro. Este fenómeno refleja una nueva realidad social marcada por las dificultades de acceso a la vivienda y la precariedad económica.

Cocina Económica Santander

Voluntarias ayudando en el comedor de la Cocina Económica

El fenómeno de las migraciones es, según Rivero, la causa principal de este cambio. Llegan a Santander personas muy jóvenes que "han recorrido trayectos largos hasta llegar aquí" y que buscan "una oportunidad para comenzar su proyecto de vida". Sin embargo, la realidad que encuentran es a menudo más dura de lo esperado, enfrentándose a una compleja situación económica y habitacional.

La directora explica que no se trata solo de personas sin hogar, sino de gente que "se ve abocada a esa situación en su itinerario personal". La crisis de la vivienda y la situación económica general dificultan enormemente que puedan establecerse. Sor Ana Rivero califica la situación de la vivienda como "gravísima", un problema acuciante incluso para quienes logran tener algún pequeño ingreso.

Vienen personas muy jóvenes que buscan comenzar un proyecto de vida"

Sor Ana Rivero

Directora de la Cocina Económica Santander

Los perfiles de siempre y los nuevos retos

Junto a este nuevo perfil, la Cocina Económica sigue atendiendo a las "personas que todos conocemos de siempre", explica sor Ana Rivero, aquellas que arrastran "situaciones de mucha desestructuración personal y familiar, con problemas de adicciones o de enfermedad mental sin diagnosticar". La organización no solo ofrece un plato de comida en su comedor social, sino que gestiona un programa de reparto de alimentos, alojamientos y talleres ocupacionales.

También están las personas de siempre, con mucha desestructuración personal y familiar

Sor Ana Rivero

Directora de la Cocina Económica Santander

La financiación, un desafío constante

Sostener esta amplia red de ayuda es un desafío constante. Sor Ana Rivero detalla que, aunque la mitad del presupuesto "viene garantizado por la administración, a través de subvenciones", el resto depende enteramente de la solidaridad ciudadana. "La otra mitad nos la tenemos que currar", afirma, a través de donantes particulares e iniciativas de la gente durante todo el año.

Aunque las campañas de Navidad son "indispensables" y en estas fechas "la creatividad de Santander es grande", Rivero advierte del riesgo de pensar que con eso "ya está todo hecho". La directora subraya que la necesidad continúa todo el año y que en ocasiones se ven "al límite" para poder mantener la calidad de la atención en todos sus programas.

El voluntariado es otro pilar clave, aunque existe una dificultad para el relevo generacional, ya que la media de edad de los colaboradores es alta. Ante esto, Rivero lanza una invitación directa, especialmente a los jóvenes, para que se acerquen a la entidad: "Que prueben, al menos que vengan a conocernos".

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.