No es época de urgencias aún, pero lo cierto es que en El Sardinero hacen falta buenas noticias. Tras una semana repleta de dificultades en lo extradeportivo, en la que solo la llegada de Jordi Mboula ha traído buenas noticias a Santander, el Racing tiene la primera prueba de fuego de la temporada.

El Real Oviedo visita Santander, temprano en esta temporada, pero en una situación en la que se torna necesario empezar a marcar goles y comenzar a sumar puntos. Vendrán en torno a 1200 aficionados del conjunto de la capital de Asturias, que a buen seguro ocuparán la zona sur de los Campos de Sport de El Sardinero, todo tras un comienzo carbayón en el que una derrota y una victoria la semana pasada, adornan su récord en este curso 22-23.

Lo cierto es que, caprichos del calendario, este hermoso duelo del norte llega con ciertas necesidades para el Racing, que debe cambiar ya su rumbo y empezar a encadenar un ritmo competitivo que aún a día de hoy parece que no acaba de llegar. Guillermo Fernández Romo llama a la calma, y permanece sosegado. Tendrá que llegar algún refuerzo más en lo que queda de mercado que pueda fomentar esa relajación y que el conjunto racinguista coja ritmo de competición, y sus engranajes se complementen a la perfección.

A partir de las cinco de la tarde te lo contaremos en COPE Más Cantabria, y a través de nuestra página web, con todo el equipo habitual de las retransmisiones de esta temporada. Tras dos jornadas hay muchas ganas de cantar goles, y Gerardo Sisniega tiene su voz preparada para celebrar los tantos del conjunto verdiblanco. Tanto él como Jaime Del Olmo y Alex García, traerán una nueva tarde de fútbol a COPE Cantabria.

El duro golpe de la semana

El racinguismo continúa en shock desde este martes por la tarde, cuando durante la sesión vespertina del Racing en La Albericia, comenzó a propagarse el rumor (que luego sería certeza) de que el Barça había comunicado oficialmente al club cántabro que definitivamente había cerrado la puerta a la cesión esta temporada de Pablo Torre. El billete de vuelta del canterano verdiblanco, al menos este año, se difuminaba cuando buena parte de la afición racinguista celebraba como maná caído del cielo el regreso del habilidoso futbolista a su casa y a su club de origen.

Es cierto que Xavi siempre confió en que lo mejor para Torre era crecer, tanto personalmente como futbolísticamente, en el seno del club azulgrana. Que los entrenamientos con el primer equipo y los partidos con el Barça "B" (en 1ª RFEF) iban a ser el poso adecuado para ir acoplándose poco a poco a lo que conllevaba formar parte de uno de los clubes más importantes del mundo. Pero fue el propio entrenador catalán quien, seguramente en una declaración poco afortunada, deslizó que el panorama con Pablo Torre podría variar en este mercado, abriendo la posibilidad de que pudiera salir cedido a otro club.