Las imágenes de cientos de vehículos colapsando las vías del Parque Nacional de Teide han generado polémica y un amplio debate sobre si debería haberse permitido al acceso a la cumbre el pasado fin de semana, previendo la afluencia masiva de personas en busca de la nieve.

El sábado se registraron tres accidentes (no sin grandes problemas para evacuar a los heridos) y el casco de La Orotava quedó totalmente colapsado por la gente que accedió al Teide a través de la TF-21, toda vez que la subida por La Esperanza estaba prohibida.

Los colectivos ambientalistas llevan tiempo incidiendo en la necesidad de regular los accesos a la cumbre y de establecer más limitaciones para evitar el daño al medio natural. La Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza (ATAN) ha cargado contra "la masificación de personas para ver la nieve de estos días con coches y todoterrenos pisándolo todo", asegurando que "el Teide no puede ser el patio de recreo de Tenerife".

Desde ATAN considera que el teleférico "no debería existir", que el acceso al cráter está "fuera de control" y que los muflones "campan a sus anchas", mientras que "el presidente del Cabildo anuncia más construcciones para centros de visitantes". "¿Cuándo vamos a tener una gestión responsable?", se preguntan.

Desde la Fundación Telesforo Bravo Juan Coello, por su parte, lo ocurrido "requiere una seria reflexión colectiva, tanto de la sociedad tinerfeña, como de las Administraciones públicas que la gobiernan", destacando cómo algunos conductores llegaron a tardar hasta dos horas y media desde La Orotava hasta El Portillo y, además, sin posibilidad de aparcar por la zona.

"Los habitantes de los barrios altos de La Orotava han sufrido un verdadero calvario este fin de semana al verse prácticamente confinados en sus viviendas", recuerdan desde la Fundación, y apuntan que, "para una parte de la sociedad insular, no sirven las recomendaciones, únicamente atiende a las prohibiciones".

Cargan contra el Cabildo por ponerse "de perfil" y pide que se destinen más recursos para protegar y conservar el Parque Nacional del Teide. "De lo contrario corremos de que sufra un deterioro irreversible", asevera.