El Semáforo de Igueste de San Andrés ha cumplido este pasado fin de semana 126 años y con tal motivo, se han celebrado una seria de actos para conmemorar tan importante efeméride.

La jornada de celebración comenzaba con un acto dehomenaje a los vigías y atalayeros de Anaga en el cementerio de Santa Rosalía,que tal y como afirma el portavoz del colectivo Semáforo de la Atalaya Javier de Vega, “son personas que han prestado servicios durante años desde la Atalaya de Igueste y el Semáforo, y que fueron testigos de multitud de acontecimientos, que vistos con los ojos de hoy, fueron de gran trascendencia en la historia de de nuestra isla y de Canarias”.

El colectivo Semáforo de la Atalaya, junto con la iniciativa vecinal de los iguesteros y las iguesteras ha querido honrar la memoria de los que precedieron, con este amplio programa de actos que continuaba con una caminata con visita guiada hacia el Semáforo.

Además, se realizó unavideoconferencia entre semáforos marítimos o el emplazamiento de semáforos ya desaparecidos,conectando desde este de Tenerife con el de Finisterre (actualmente un hotel), con el de Saint-Gildasen Francia, el de Santander (actualmente sede de la AEMET en Cantabria) y la Comandancia Naval de Santa Cruz de Tenerife.

Los actos contaron con la presencia del segundo comandante naval de Tenerife el teniente de navío José David León Martín, del presidente de la Tertulia de Amigos del 25 de julio, Luis García Rebollo, y del geógrafo Miguel Angel Noriega, que es un gran conocedor de la historia de los semáforos de España.

LA HISTORIA

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Tal y como recuerda la web reservabiosfera.tenerife.es del Cabildo de Tenerife, el semáforo de la Atalaya de Anaga, en Igueste, es uno los 20 primeros que se construyeron en la costa española, por Real Orden el 9 de junio de 1884.

Su plantilla la componían dos vigías y un mozo de semáforos; siendo los vigías elegidos entre oficiales graduados de la reserva, contramaestres de la Armada, o pilotos de la Marina Mercante, todos con más de cinco años de embarque.

A partir del citado año, mediante un sistema de banderas que se izaban en un mástil de 16 metros de altura, el semáforo mantenía comunicación visual con la Comandancia de Marina de Santa Cruz, situada a la entrada del Muelle Sur, la cual poseía su correspondiente torre observatorio y palos asta-bandera. A partir de 1946 la enfilación visual pasaría a llevarse con la torre situada en la azotea del actual edificio de la Comandancia Naval, sita en la confluencia de la avenida Francisco La Roche con La Rambla.

Cuando en 1894 entró en funcionamiento el cable de la Societé Française des Telégraphes Sous-Mains, que partiendo de la playa de La Jurada en Santa Cruz de Tenerife permitía la comunicación telegráfica entre Canarias y América, todos los buques en tránsito que querían enviar o recibir mensajes de cualquier parte del mundo lo hacían a través del semáforo de Anaga.

Debido a que con el paso de los años y los avances en las comunicaciones marítimas el semáforo eléctrico de Anaga se volvió innecesario, el 2 de julio de 1970 el Ministerio de Marina lo entregó al de Hacienda, pasando a formar parte del patrimonio del Estado.