Los dos obispos canarios ha invitado a los católicos de las islas a vivir la Navidad del coronavirus desde la fe y siendo conscientes, más que nunca, del verdadero signifcado de estas fiestas.

En una entrevista conjunta en COPE, el obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, y el obispo de Canarias, José Mazuelos, han recordado que "la pandemia no puede quitarnos la Navidad", al mismo tiempo que han advertido de que "no podemos jugar a ser Dios", en referencia a que la crisis sanitaria ha hecho ver al conjunto de la ciudadanía de la fragilidad del ser humano.

Para monseñor Mazuelos son sus primeras navidades en las islas, tras su llegada en otoño a la Diócesis Canariense. Ha destacado que "la pandemia está haciendo también mucho bien, porque nos ha demostrado que hay mucha gente dispuesta a ser solidaria y a ayudar, además de que ha fortalecido mucho a la familia".

Para estas fechas, el prelado se queda con la lección que dieron los vecinos de Órzola, en Lanzarote, cuando se lanzaron al mar a rescatar a los migrantes de una patera que había encallado en la costa de Lanzarote: "Pusieron en riesgo sus vidas, y la Navidad es eso, entregar la vida por los demás". Por otro lado, ha asegurado que "Dios no tiene asco de nacer en ningún establo si le preparamos el corazón".

El obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, ha puesto en valor que "una de las cosas positivas de experimentar la fragilidad —dentro de la pandemia— es que nos acordamos de Dios", recordando que Él pone a disposición de las personas medios como "el avance de la ciencia". Asimismo, ha explicado que "Jesucristo no vino a sustituir el sufrimiento sino a llenarlo con su presencia".

Ambos obispos han tenido oportunidad también de reflexionar sobre el drama de la inmigración, que este 2020 ha golpeado duramente a Canarias. José Mazuelos ha puesto en valor el "esfuerzo grande de asociaciones no gubernamentales como Cáritas y colectivos civiles", exigiendo al Gobierno de España que "trate a los migrantes como personas". En el mismo sentido, Bernardo Álvarez ha admitido que "la situación nos desborda y los centros de migrantes no pueden convertirse en almacenes", pero ha resaltado, en términos generales, "la actitud generosa de la población".

Sobre la nueva ley de educación, ha lamentado que el Estado "intente ideologizar a la sociedad", reclamando "que toda la sociedad sea consciente de que se coarta la libertad". Mientras, respecto a la ley de eutanasia, han rechazado que se dejen de lado los cuidados paliativos, pidiendo al Gobierno de España que destine fondos a la atención psicológica de los enfermos y sus familias, destinando incluso ayudas económicas.