Durante el fin de semana los jóvenes residentes en La Oliva, Fuerteventura, y turistas que se encuentran de visita, organizan reuniones en villas vacacionales o viviendas privadas a través de redes sociales para llevar a cabo fiestas, que en estos momentos no están permitidas en locales de ocio nocturno por no poder garantizar el cumplimiento de las medidas sanitarias.

Este sábado, la Policía Municipal de La Oliva desalojaba a 50 jóvenes que estaban concentrados sin cumplir con la distancia mínima interpersonal, sin hacer uso de mascarilla y de fiesta en la localidad de Villaverde.

La reunión comenzaba en Esquinzo y proseguía en una vivienda privada sin cumplir con las restricciones de aforo. Sin embargo, no se trata de una situación puntual. Los vecinos denuncian que, desde hace al menos cinco semanas, varios jóvenes se congregan en este enclave poniendo en riesgo la evolución de la pandemia en la isla.

Este fenómeno está afectando a diferentes enclaves de la costa de Fuerteventura, los residentes de las localidades afectadas consideran que se pone en riesgo la salud y la economía de todo el vecindario, ya que un incremento en los contagios debido a esta actitud irresponsable podría colapsar los servicios de urgencia y promover medidas más estrictas que repercuten directamente en la economía del lugar.

La alcaldesa de La Olvia, Pilar González, ha solicitado una investigación policial para frenar este tipo de comportamientos irresponsables, mientras los vecinos reclaman medidas más contundentes para este pequeño colectivo de personas que no cumple con las recomendaciones sanitarias para frenar la transmisión del COVID-19 y que, además, se enorgullecen de su actitud compartiendo fotografías y vídeos de sus encuentros a través de redes sociales.