Vecinas del barrio San Roque conviven con humedades estructurales: "Mi casa se puede caer"
Varias vecinas del barrio de San Roque llevan años enfrentándose a un problema que amenaza su salud y su seguridad

Viviendas con humedades
Gran Canaria - Publicado el
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Paredes mojadas, cimientos inestables, miedo constante cada vez que llueve. Así viven varias vecinas en el barrio de San Roque, en Las Palmas de Gran Canaria. La causa, según denuncian, es la construcción de unos muros de contención justo al borde de sus viviendas, sin un adecuado sistema de drenaje. La consecuencia directa el agua queda atrapada, se filtra y mina la estructura de las casas.
“Han levantado muros de contención encima de nuestra casa y lo que ocurre es que toda el agua que hay entre esos muros se queda ahí y se filtra en nuestra casa. No hicieron nada para sacar el agua de ese lugar” ha contado Mari Carmen una vecina afectada a los micrófonos de Herrera en COPE Gran Canaria.
Llevan años con este problema
El problema no es reciente. Llevan años soportando este deterioro progresivo, agravado con cada temporal. Pero en los últimos días, tras las lluvias, el temor ha alcanzado nuevas cotas. Mari Carmen acaba de recibir un informe técnico que confirma sus peores sospechas: el agua ha llegado a los cimientos y pone en riesgo la estabilidad de la vivienda.
“Con las lluvias de los últimos días se ha vuelto a sentir. Tengo un informe pericial de un arquitecto que justo me lo entregó ayer donde dice que tengo que reforzar la cimentación porque las filtraciones han ido lavando la piedra del suelo y la casa ha ido asentando, algo que pone en riesgo la estructura,” explica Mari Carmen.
Las filtraciones han ido lavando la piedra del suelo y la casa ha ido asentando, algo que pone en riesgo la estructura.

Humedad en el techo
Modesta, otra vecina de 82 años, vive en condiciones aún más precarias. Su vivienda es, según sus palabras, “una ruina”, y ha tenido que reforzarla de forma artesanal con barras de hierro colocadas por su yerno para evitar un derrumbe. En la planta baja ya no se puede vivir y, esta misma semana, un trozo de pared se le cayó encima.
“El encalado se me cayó a la cabeza, el susto que me pegué… Menos mal que era un trozo pequeño. Esto lo van a arreglar cuando yo me muera. Yo tengo 82 años y esto no lo arregla nadie. Tanta gente ha venido a verlo y no han hecho nada,” lamenta Modesta.
El encalado se me cayó a la cabeza, el susto que me pegué… Menos mal que era un trozo pequeño
La humedad afecta a la salud
Además del miedo, ambas vecinas sufren problemas de salud relacionados con la humedad constante: alergias, dolores articulares, y cuadros respiratorios. La situación, aseguran, es insostenible.
Lo más preocupante es que, a día de hoy, no han recibido respuesta ni ayuda concreta por parte del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. Las vecinas sienten que se les ignora, y que su situación no forma parte de ninguna agenda institucional.
Entre la incertidumbre y la resignación, estas mujeres resisten en sus hogares, no por elección, sino porque es todo lo que tienen. Reivindican lo más básico: poder vivir en una casa segura y digna.