El propietario del restaurante El Capitán, Francisco Déniz, ha pasado por los micrófonos de COPE Gran Canaria tras el vídeo que se ha vuelto viral donde cientos de personas se aglomeran en el interior del establecimiento sin distancia de seguridad ni el uso de mascarilla.

Déniz ha justificado las imágenes asegurando que lo ocurrido es producto del traslado de jóvenes, que al ver que los demás locales cerraban y al comprobar que el suyo es una terraza abierta accedieron al interior del establecimiento. El hostelero subraya cientos de clientes entraron “en avalancha” al restaurante, asegura que “el local tiene dos entradas, una que da para la playa y otra en la calle, en 20 minutos entraron entre 100 a 150 personas, por lo que no me dio tiempo a controlar los accesos, cuando quise cerrar ya estaban dentro”.

El hostelero apunta que las medidas de acceso a su local “es el mismo dispositivo que utilizan los políticos para reunir a 6.000 personas para una convocatoria política”.

El hostelero se lamenta que la mitad de las personas tuvieron que salir sin pagar debido a la enérgica actitud de la Policía Local, apunta que “algunos de los agentes no estuvieron muy acertados al actuar con mucha prepotencia, falta de educación y formas que dejan mucho que desear para un cuerpo tan honorable”.

A Déniz le parece llamativo que los desalojados se quedaron en el exterior hasta las 4 de la mañana haciendo botellón, generando ruidos, sin medidas de seguridad ni mascarilla sin que nadie le increpara de su actitud, ya que la policía se marchó una vez se cerraron las puertas del restaurante.

El propietario reconoce que la situación se descontroló y acepta las consecuencias, pero pide más comprensión a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, ya que asegura “en 15 minutos se podría haber desalojado sin problemas el restaurante sin necesidad de organizar un cordón policial de más de 24 agentes”, también acusa a policía local de mentir al remarcar que él jamás obstaculizó la labor policial.