Comer 200 croquetas en dos horas: así se ha preparado este joven canario para batir su propio récord
Un joven amante de los retos extremos se comió 200 croquetas en una sentada en la Coquetería de Moya y batió su propio récord regional

Manuel Rodríguez retos extremo
Gran Canaria - Publicado el
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Manuel Rodríguez Correa lo ha vuelto a hacer. Este viernes en La Croquetería de Moya, en Gran Canaria, ha batido su propio récord regional al comerse nada menos que 200 croquetas de una sentada, superando con creces su anterior marca de 130, que ya ostentaba como la más alta en Canarias. Se convierte así en el segundo en todo el territorio nacional en alcanzar esta cifra.
Las croquetas no eran precisamente sencillas: las había de pollo, queso de rulo con cebolla caramelizada y, para rematar, hasta de Oreo. Y todo ello en un tiempo de dos horas y veinte minutos.
Preparación física y mental
Detrás de la hazaña hay una estrategia planificada al milímetro. Rodríguez explica que tres días antes del reto dejó de consumir cafeína para que el día clave, al tomar una bebida energética, el efecto fuera más potente. “La energía que tenía en el reto era más grande que otro día”, ha asegurado en los micrófonos de Herrera en COPE Gran Canaria.
Además, el día anterior solo comió más de cuatro kilos y medio de sandía, una fruta rica en agua y fibra que “le deja el estómago seco, como una sopladera vacía perfecta para llenarla”. Ya en el día del reto, repuso sales minerales con dos litros de bebida isotónica para estar en plena forma.
Una lucha mental desde la croqueta 160
La parte más difícil, confiesa, llegó a partir de la croqueta número 160: “Ahí empezó el sufrimiento real. Cada croqueta era un dolor, una lucha mental. La mente no quiere que sigas comiendo, no segregas ni saliva y necesitas agua para tragar. Ahí entró algún mareo también”.

Manuel con las últimas croquetas
Aun así, no se rindió. “Es complicado, pero lo terminé. Fue una cuestión de cabeza más que de estómago”.
Es complicado, pero lo terminé. Fue una cuestión de cabeza más que de estómago”
Croquetas, caminata y rutina al día siguiente
Tras lograr el reto, se fue a caminar como si nada. Al día siguiente, retomó su rutina habitual: 15 kilómetros corriendo y una hora de gimnasio. Su única comida: fruta y un yogur.
Rodríguez asegura que este tipo de retos no están reñidos con una vida saludable. “Esto es una ocasión puntual. El resto del tiempo como normal, entreno y cuido mi cuerpo. Es un reto más mental que físico”.
Esto es una ocasión puntual. El resto del tiempo como normal, entreno y cuido mi cuerpo
El próximo reto: sobaos pasiegos
Ahora pone la mirada en su siguiente desafío: un famoso concurso de comer sobaos pasiegos en Cantabria, el próximo 26 de julio. “Es el mayor premio de España en retos: 1.000 euros por ganar, y 2.000 más si se supera el récord”, explica.
Allí se enfrentará a los mejores comedores del país. “Nos vamos a pelear a ver quién gana”, dice con humor. No descarta seguir superándose y ya está valorando próximos retos alimentarios para después del verano.
Manuel Rodríguez ha demostrado que la voluntad, el entrenamiento y una buena dosis de locura pueden convertir una comida en un récord. Y de momento, sigue sumando.