Cáritas Diocesanas se ha posicionado como la salvación para los inmigrantes que llegan a Canarias de forma irregular ante el desbordamiento de los Centros de Internamiento para Extranjeros.

La organización se hacía cargo ayer de hasta 26 migrantes que habían dormido la noche anterior en el Parque Santa Catalina, por no tener recursos, ya que el CIE de Hoya Fría no tiene más plazas y el de Barranco Seco se encuentra cerrado. Se trata de los inmigrantes que llegaban el pasado martes a Las Palmas de Gran Canaria, tras haber sido rescatados por el buque "Blue Bird", ante el peligro de hundimiento de la embarcación en la que llegaban de África. 

Recordamos que en las últimas semanas han arribado a Canarias 320 personas en pateras. 

Cáritas les ofreció alimentos y un lugar donde ducharse y descansar durante el día de ayer. Por la noche mientras esperaban las declaraciones del Delegado del Gobierno en Canarias, Juan Salvador León, acompañaban a los inmigrantes y les daban conversación. Finalmente no obtuvieron respuesta del Delegado, por lo que tuvieron que reubicar a los inmigrantes en la Iglesia Santa Isabel de Hungría. Cruz Roja fue la encargada de solicitar a esta organización que se hiciera cargo de los extranjeros.

Ante el repunte en la llegada de inmigrantes y la sobredemanda del centro de Hoya Fría esta organización era la única opción que tenían los extranjeros en Las Palmas de Gran Canaria, ya que se habían quedado días antes en la calle. La Secretaria General de Cáritas Diocesanas de Canarias, Caya Suárez, asegura que "la Delegación del Gobierno y el resto de administraciones que tienen competencias deben hacerse cargo de estas personas, que no tienen a donde ir hasta que se les solucione la situación". 

Caya Suárez, insistía en que durante el día de hoy espera que Juan Salvador León se ponga en contacto con Cáritas Diocesanas informando de la nueva ubicación a la que pueden trasladarse los inmigrantes, porque destacaba "la situación no puede extenderse más en el tiempo".