El acusado de haber prendido fuego a la entrada del bar donde estaban su exnovia y un acompañante en Gijón ha declarado que jamás quiso matarles y ha asegurado que lo hizo «para fastidiarles» porque tenía un ataque de celos y estaba afectado por alcohol y drogas, «ofuscado y de fiesta».
A.M.S.J., de 31 años, ha comparecido este viernes en la Audiencia Provincial como presunto autor de un delito de incendio en concurso con sendos delitos de tentativa de homicidio, de vejaciones injustas y otro continuado de amenazas por los que la Fiscalía solicita 21 años y 8 meses de prisión y su abogado defensor, Luis Tuero, la libre absolución.
El procesado ha explicado que, cuando su novia rompió la relación, quiso “disculparse” y pedirle que le perdonara por salir de fiesta y drogarse pero que, el 22 de junio de 2018, cuando la vio con otro hombre en un bar, estaba «enfadado y ofuscado», por lo que retó y amenazó de muerte a éste y le dijo que «se cubriera» porque iba a pegarle. Ante el juez, ha reconocido que «estaba desesperado por hablar con ella y me dio un ataque de celos».
Tras abandonar el bar, se dirigió a una gasolinera, compró un bidón con el que regresó al establecimiento y como no llevaba mechero, se lo pidió a un taxista y tras prender el fuego a la entrada huyó del lugar.
El acusado también ha admitido que desde los 18 años consumía «esporádicamente» y aumentó el consumo a raíz de la ruptura sentimental, pero desde que está ingresado en la Unidad Terapéutica y Educativa (UTE) de prisión, al echar la vista atrás se arrepiente y avergüenza de lo que hizo.