¿Cómo robar una piscina de más de un metro de profundidad y cinco metros de diámetro? Es una pregunta con difícil solución... Aunque la tiene. Al menos, eso han demostrado unos ladrones en la localidad de Trapa, en Langreo (Asturias). Han sustraído una piscina con capacidad para 18.000 metros de agua sin que nadie se percatase de ello. La piscina, además, estaba iluminada, situada en el medio del pueblo al lado de la carretera y a la vista de varias casas.

La familia está estupefacta, según han contado en el diario La Nueva España. "Nunca nos hubiéramos pensado que alguien podria robarnos la piscina", ha dicho la propietaria en el periódico. Y aunque sus hijos se disgustaron cuando conocieron la noticia, ella ha preferido tomárselo con humor: "Por lo menos, ha pasado en el final del verano", bromea.

¿Y cómo se llevaron la piscina? Al parecer, los ladrones saltaron la pequeña valla que rodeaba a la instalación, la vaciaron y arrastraron la estructura hacia fuera de la finca. Entonces, aún con un poco de agua entre los pliegues, la metieron en el vehículo y se fueron. Eso sí, en la finca se dejaron la purificadora, el toldo que cubría la piscina y la escalera de acceso.

El robo se descubrió a primera hora de la mañana, cuando una vecina que se dirigía a trabajar dio el aviso. Y según han contado algunos vecinos de Trapa a La Nueva España, se podría haber producido en torno a las tres de la mañana, porque a esa hora varios vecinos ladraron.