Los asturianos podrán seguir fumando en las terrazas...al menos, de momento. El gobierno del Principado respalda el plan antitabaco elaborado por el Ministerio de Sanidad, pero antes de implantar las medidas más restrictivas, como esa prohibición, quiere abrir "un proceso participativo"

Tras la reunión del Consejo Interterritorial, la consejera asturiana de Salud, Concepción Saavedra, ha querido dejar claro que "lo que se está diciendo de que se está prohibiendo el consumo del tabaco en las terrazas, eso no es una medida que esté definida en este plan integral contra el tabaquismo", recalcando que "no es una medida que todavía se haya concretado".

"Desde Asturias", asegura Saavedra, "nosotros entendemos que hay que primero hablarlo dentro de Asturiasy hablar con los empresarios y ver qué forma tenemos para poder hacer esa aplicación de una forma gradual y con corresponsabilidad entre las partes".

La consejera quiere hablar con todos antes de decidir, aunque los hosteleros lo tienen claro: prohibir fumar en las terrazas les perjudicaría seriamente. "Hay mucha gente fumadora y les queda ese espacio, fumar en terraza" nos comenta uno, mientras otra apunta que "entiendo que haya gente que le molesta, pero bueno, hay tantas cosas que nos molestan". Está convencida de que la prohibición "perjudica a los hosteleros, porque la gente está en la terraza para fumar, haga buen tiempo, llueva o truene".

Más división de opiniones hay entre los clientes. "Es una tontería, es fumar en la calle... ya me dirás", asegura uno, pero una joven advierte que "la gente que tenga problemas de pulmón, o algún otro tipo de enfermedad, no tiene por qué aguantar otras personas que sí fuman y están fastidiando su vida". "Entonces, ¿dónde voy a fumar? ¿Tengo que alejarme como si tuviese una enfermedad contagiosa?, se pregunta otra, mientras un hombre apunta que "no me preocupa que la gente fume, pero no veo bien que estés aquí sentado y el de al lado te esté afumerando".

También ha terciado en la polémica el alcalde de Oviedo. Alfredo Canteli cree que la persecución de los fumadores es excesiva,

"Yo no soy fumador, nunca fumé, pero esa guerra contra los fumadores a veces yo creo que es excesiva", asegura, recalcando que "lo digo de corazón, tiene que haber un equilibrio donde el fumador conviva con el no fumador sin molestarse mutuamente. A mí no me molesta un fumador, siempre y cuando esté a una distancia potencial".