Las empresas de desarrollo tecnológico Red táctica y ADN mobile comenzarán las próximas semanas en Asturias la producción en serie del dispositivo electrónico "Cercadti", que permite el rastreo de contactos cercanos a infectados por covid-19.

El sistema, que ha sido probado en las ferias del mueble y de la automoción de Gijón y en establecimientos de hostelería de Asturias, funciona con un chip que se asocia a un documento de identidad y graba en la memoria los datos de otros usuarios que han estado durante un lapso de tiempo a menos de dos metros de distancia.

Las primeras mil unidades de un prototipo han sido testadas entre los 10.000 usuarios que asistieron al recinto Luis Adaro de Gijón en las ferias que se realizaron en la primera quincena de agosto.

Las personas que lo utilizaron manifestaron "un alto grado de aceptación" a este tipo de control que posibilita conocer el origen y magnitud de posibles brotes y un significativo ahorro en pruebas.

Las empresas están finalizando el análisis de los datos obtenidos con una prueba piloto a partir de un "contagiado virtual", ya que durante estos eventos no se produjo ningún caso de covid-19.

El supuesto infectado escogido es una persona que estuvo 8 horas en el recinto que en ese tiempo albergó a 680 visitantes y mantuvo contactos cercanos con 240.

La prueba demuestra que identificar al grupo de posibles contagiados facilita las tareas de control de brotes y reduce significativamente la cantidad de test a realizar, han asegurado los responsables del proyecto.

El consejero de Ciencia, Innovación y Universidad del Principado de Asturias, Borja Sánchez, que ha estado presente en la presentación de los resultados de la prueba, ha valorado la iniciativa como una buena herramienta en la "lucha contra los rebrotes" de la pandemia.

Los diseñadores abordarán la segunda fase del proyecto con la producción en serie en la primera semana de septiembre con la fabricación de unas 5.000 unidades a la semana.

Según han informado, existe interés de organizadores de eventos y empresas de varias comunidades autónomas para utilizar el sistema, ya sea mediante compra o alquiler.

La Consejería de Ciencia del Principado está mediando con una universidad de Michigan, Estados Unidos, para analizar las posibilidades de exportación del producto.