La mascota que no esperas y que mejora la salud emocional de tu hijo
Una investigación española desvela qué animales son más eficaces para ayudar a los niños a ser más extrovertidos y gestionar mejor sus emociones
Oviedo - Publicado el
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Un reciente estudio ha arrojado luz sobre el vínculo entre las mascotas y el bienestar emocional infantil, con conclusiones que desafían las ideas preconcebidas. La investigación, enmarcada en la cohorte Inma Asturias (Infancia y Medio Ambiente), ha analizado la evolución de las alteraciones emocionales en niños desde los 4 hasta los 8 años. Los hallazgos apuntan a que tener ciertos animales en casa, concretamente gatos, peces y pájaros, se asocia positivamente con una menor tendencia de los niños a interiorizar sus problemas y a mostrarse tímidos.
Resultados que sorprenden
Frente a la creencia popular de que un perro, al exigir más responsabilidad, podría ser más beneficioso, el estudio destaca el papel de otro tipo de animales. Adonina Tardón, catedrática de la Universidad de Oviedo y una de las voces de la investigación, ha explicado en declaraciones a Cope Asturias que la clave podría residir en la compañía constante. "Un niño de 4 o 5 años está en la habitación, tampoco es que pueda salir, a lo mejor, solo, a pasear un perro", señala. En cambio, "el pez lo tiene ahí con él continuamente", lo que podría convertirlo en una especie de confidente. Aunque la causa exacta de este beneficio aún se desconoce, los datos son claros.
Adonina Tardón, catedrática de la Universidad de Oviedo
El papel que en realidad juegan estas mascotas es un papel de compañía"
Catedrática de la Universidad de Oviedo
La hipótesis principal es que estas mascotas funcionan como un apoyo emocional constante. Tardón sugiere que tener un ser vivo en el entorno más íntimo del niño, como su habitación, le permite interactuar y expresarse. "Es como si tuvieras un muñeco, pero no es un muñeco, claro, es alguien que se mueve, que está vivo, que le echas comida, y que le puedes contar, 'madre, qué mal me ha salido el examen'", reflexiona la experta. Este vínculo de compañía parece ser fundamental para que el niño desarrolle una mayor extroversión y no reprima sus inquietudes.
Menos timidez y más extroversión
El efecto más notable observado en el estudio es la capacidad de estos animales para ayudar a los niños a ser menos introvertidos. Según ha detallado Adonina, la presencia de un gato, un pez o un pájaro en el hogar "inhibe la forma del niño de ser más tímido o menos extrovertido". Este descubrimiento sugiere que la interacción, aunque sea pasiva como la que se tiene con un pez, tiene un impacto directo en la personalidad y en la manera en que los pequeños gestionan sus emociones y se relacionan con su entorno desde una edad temprana.
Lo bueno que tienen las investigaciones es que los resultados que encontramos nos enseñan caminos"
Pez de colores en su pecera
Nuevos caminos para la investigación
Aunque el estudio establece una correlación clara, el equipo de investigación reconoce que ahora comienza la fase de desentrañar los motivos exactos detrás de esta conexión. "Tendremos que preguntarlo ahora o analizar otras variables que tenemos medidas", admite Adonina. Sin embargo, los resultados ya marcan una dirección prometedora. "Lo bueno que tienen las investigaciones es que los resultados que encontramos nos enseñan caminos", afirma. La conclusión es un motivo de optimismo para los investigadores, que celebran haber encontrado una posible herramienta para fomentar la compañía y el bienestar de los más pequeños.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.