Iván Freire ya estaba en el cuerpo técnico del Alcobendas cuando Rubén Reyes se despedía de los terrenos de juego. Después fue su segundo entrenador en el club madrileño, en los días en los que el próximo director deportivo del Oviedo se iniciaba también en los despachos con el objetivo de configurar plantillas. Freire ha seguido de cerca el trabajo de Reyes en Majadahonda y en Vallecas. Ahora, ante su inminente llegada al Tartiere, le ve preparado para el mayor reto de su carrera profesional. 

Usted conoce bien a Rubén Reyes...

Estuvimos cuatro años juntos en el Alcobendas Sport. Primero, él como jugador y yo como segundo técnico. Después, yo fui su segundo entrenador y también el preparador de porteros.

¿Rubén empezó allí sus funciones como director deportivo?

Sí. Él hacía los equipos. Nos fue bien. Jugamos varios 'play off' de ascenso. Es una persona muy apasionada con el fútbol. Todo lo que hace intenta hacerlo a la perfección. Conocía a todos los futbolistas de Madrid, también hacía un buen seguimiento de futbolistas extranjeros interesantes para la categoría.

De ahí se fue al Rayo Majadonda.

Fue uno de los artífices del ascenso a Segunda. Rubén estuvo en la temporada anterior y dejó los cimientos para el buen trabajo que luego hizo Movilla.

¿Cuál era su función actual en la dirección deportiva del Rayo?

Su trabajo siempre ha estado relacionado con conocer equipos, visionar un montón de partidos y conocer muchos futbolistas. A Cobeño le presentaba sus estudios de jugadores. Ha hecho todo lo que hace un director deportivo: conocer equipos y futbolistas. Estaba directamente ligado a Cobeño, era su mano derecha.

Antes estuvo junto a Míchel en el banquillo.

Sí. Mano a mano con él. Era su segundo entrenador y también ayudaba con el 'scouting' semanal de los rivales.

¿Cómo se entera de que su amigo va a ir al Oviedo?

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Un amigo me envió un tuit. Le pregunté a Rubén y me dijo que sí, que faltaban unos flecos pero que estaba casi hecho.

¿Qué es lo que más destacaría de su trabajo?

En la vida lo que marca la diferencia es la pasión, y él es un profesional del fútbol, un apasionado por el conocimiento. Le apasiona conocer equipos, futbolistas; le encanta entrenar, formar equipos, dar opinión. Le preguntas por cualquier futbolista y lo conoce. Cree mucho en lo que hace, trabaja duro, vive apasionadamente el mundo de la dirección deportiva y la dirección técnica. Creo en él, en su trabajo, en su forma de ver las cosas. Es una persona convencida de lo que hace. Si tiene que tomar decisiones importantes, las va a tomar. Tiene mucha personalidad.

¿Le diría a la afición del Oviedo que puede estar tranquila con su incorporación?

Le diría a la gente que espere un buen trabajo; con tiempo y dejando trabajar, los resultados llegan. Me alegro de que Rubén vaya a un equipo tan querido e importante a nivel nacional.