ENTREVISTA DCA
Manu Brabo, un sportinguista en la guerra de Ucrania: "El Sporting me lleva la cabeza a otro sitio"
Fotoperiodista y premio Pullitzer 2013, Manu Brabo nos cuenta desde Ucrania su ilusión por la llegada de Orlegi tras sacar su abono para la nueva temporada

Manu Brabo, un sportinguista en la guerra de Ucrania, en #DCA
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Desde Ucrania, en plena guerra con Rusia, hay un sportinguista ilusionado con el nuevo rumbo de su club. Manu Bravo es fotoperiodista, premio Pullitzer en 2013 en la categoría de Breaking News Photography. Ha cubierto conflictos en Egipto, Libia o El Salvador. Ahora está en una nueva guerra, en un país que está, en sus palabras, "hecho un Cristo". Reconoce en Deportes COPE Asturias que hay "cierta mejoría" en las zonas liberadas. "En Kiev puedes ir al teatro o correrte una juerga si te apetece, aunque a las 23:00 horas hay que estar en casa", nos cuenta sobre la situación en un país destrozado por el conflicto.
Manu encara un nuevo reto profesional con el Sporting y su nuevo proyecto, de fondo. Criado en Gijón y reconocido sportinguista trata de evadirse de su realidad en Ucrania, donde acumula 16 semanas, ilusionándose con el presente del club tras el cambio de propiedad.
"No ha sido fácil abonarme desde aquí. La página debe de tener algún problema para el extranjero, pero ya lo tengo hecho. Hemos estado comulgando con 'Mr. Burns' y su familia bastante tiempo. Ahora que viene algo nuevo ilusiona mucho más. En el tiempo muerto me pongo a mirar los fichajes que hacen y pinta bastante bien, luego a ver qué pasa, pero que la ilusión, al menos en agosto, no nos la quite nadie", cuenta.
Reconoce que el cambio de la familia Fernández al Grupo Orlegi ha sido un soplo de aire fresco. "Hay alguien apostando por un equipo, por una identidad y una afición. Además, se están comunicando las cosas bien. Estamos a 1 de agosto y ya tenemos muchos fichajes", dice esperanzado.
Entre todas las cosas que está haciendo Orlegi, a Manu Brabo le llama la atención la apuesta que está haciendo la nueva propiedad por los orígenes del Sporting. "En El Molinón lo que gusta es el esfuerzo y el sacrificio. Hablando en plata 'un par de huevos'. Con eso nos vamos contentos normalmente y creo que se están haciendo fichajes en esa dirección. Con Zarfino e Izquierdoz habrá días de lucha libre en El Molinón y eso me parece interesante (risas)".
Orlegi busca jugadores y personal comprometido, una política que gusta a Manu. "La sangre de horchata la llevo fatal. Ahora tenemos gente bregada y luego esperemos que los chavalines rompan el cascarón. Ese es el equipo con el que me identifico desde pequeño, lo que somos", asegura.
Por su trabajo en Ucrania, tendrá que esperar a mitad de agosto para llegar a casa después de cuatro meses. "Me pierdo la primera jornada en casa seguro. Espero estar para la segunda". Reconoce que, en medio del caos de la guerra, el Sporting funciona como vía de escape. "Me lleva la cabeza a otro sitio. La temporada pasada veía partidos aquí y cuando perdíamos me ponía de muy mala leche, pero luego me asomaba a la ventana del hotel y al ver el desastre que tenían pensaba que no pasaba nada por perder una vez más, aquí están peor. Me gusta porque evitas el trabajo y te desenganchas. Te metes en tu burbuja sportinguista y te alivia. Me presta", finaliza.