Con 26 años Lucía Martínez tuvo un accidente de tráfico, quedó en coma. Cuando despertó tuvo que aprender hasta a respirar por sí misma y también a caminar, había perdido parte de una pierna.

Todo un cambio en la vida de una chica joven, como ella misma nos contaba en COPE, pero pudo salir adelante: “de siempre soy muy echada palante”

A los 29 años tuvo la oportunidad de participar en un taller de paraescalada organizado por el Grupo de Montaña Ensidesa junto con DIFAC (Asociación de Discapacitados Físicos de Avilés y Comarca). En ese momento supo que ese era su deporte.

La primera competición

Lucía no olvida su primera competición. Los buenos compañeros que encontró, los nervios que pasó, el temor a no ser capaz de moverse,pero al final lo consiguió.

Y desde entonces ahí está, ganado premios. Eso sí, con un entrenamiento duro: escalada 4 o 5 veces por semana durante 2 horas, además de calistenia 3 días a la semana y tai chi.

Lucía explica que lo más difícil para ella fue el control mental, el perder el miedo a caer, a partir de ahí todo es entrenamiento.

Y tiene un mensaje para quienes se vean en una situación similar a la suya: “Hay que salir del cascarón, afrontar la vida y enfrentar los miedos. Las cosas a veces salen mejor o peor, pero hay que intentarlo”.

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