El 'Trotamuseos' capítulo 8: El Patio de la Infanta

La semana pasada conocimos la historia del teatro romano, que está muy ligada a la del museo que veremos hoy: el Patio de la Infanta. Esa relación está dada porque este patio renacentista estuvo sobre la localización del teatro hasta 1903, en el que en su momento fue el barrio judío.

HISTORIA DEL PATIO

El Patio de la Infanta formaba parte de la casa de Gabriel Zaporta, comerciante judeoconverso aragonés y primer banquero de la Corona de Aragón, que mandó construir como regalo de bodas para su segunda esposa, Sabina de Santángel, en el año 1550. A lo largo de los años, vivieron en el palacio varios personajes ilustres como Ramón de Pignatelli o la Infanta Teresa de Ballabriga, por la que hoy conocemos al Patio de la Infanta por ese nombre. Teresa de Ballabriga fue la viuda de don Luis de Borbón que, tras su fallecimiento, regresó a Zaragoza, su ciudad natal, y se instaló en el palacio.

Al Palacio de la Infanta se le dan diversos usos durante sus años de historia: en su parte baja se instalaron diversos comercios y también sirvió como punto de encuentro para intelectuales de la época, incluso Francisco de Goya acudía a pintar de vez en cuando al Patio de la Infanta. Sin embargo, el 11 de septiembre de 1903 se produce un incendio en el palacio que quema todo excepto el patio. Entonces, un anticuario francés lo compra pieza por pieza, por un total de 14.000 pesetas y se lo lleva a Francia para que sirva de decoración de su tienda. Cuando el dueño del anticuario muere en 1958, la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza, Aragón y Rioja (antigua Ibercaja) compra el patio un 12 de octubre y pretende colocarlo en su anterior ubicación, pero se topa con los restos romanos del teatro.

Finalmente, en 1980 se instala el Patio de la Infanta en la Plaza Paraíso, en la sede de Ibercaja. Inés González Tejedor es la directora del Patio de la Infanta: "Primero se colocó el patio y luego el resto del edificio, de esta forma cerramos un círculo, porque pasa de ser la pieza central del considerado primer banquero de la Corona de Aragón a ser la pieza principal de la entidad bancaria aragonesa más importante en este momento".

A mediados del siglo XVI, a Zaragoza se le conocía como la Florencia española, por su riqueza y porque tenía más de 200 palacios renacentistas de los cuáles, a día de hoy, tan solo se conservan unos 20. La gran mayoría de estos palacios renacentistas fueron destruidos o maltrechos durante la Guerra de Independencia contra los franceses.

¿QUÉ SE PUEDE VER?

En el Patio de la Infanta se puede ver un importante patio renacentista con muchísimas representaciones, alegorías y detalles esculpidos en sus columnas. Está muy bien conservado porque se puede ver perfectamente cada detalle. Por ejemplo, a este lugar se le conocía en la época de su construcción como el 'palacio del amor', porque en el friso sobre las columnas están representadas 14 parejas de amantes famosos: Paris y Helena, Eros y Psique, Dante Alighieri y Beatrice o los grecolatinos Séneca y Pompea o Ulises y Penélope, entre otros.

También hay ocho columnas con un curioso significado, que nos explica Inés González: "Las ocho columnas que sustentan el patio representan la carta astral del momento en que la pareja contrajo matrimonio, momento en el que los planetas estaban alineados. Se pueden ver en las columnas siete planetas reconocidos en la época y la octava columna está dedicada a Zaporta y a su esposa".

Si visitáis el Patio de la Infanta, no solo podréis conocer todos los detalles y secretos que guardan las columnas y las representaciones sobre el friso del patio, sino que también podréis admirar hasta ocho tapices de la colección de Ibercaja, que están colgados en el propio patio o incluso un magnífico órgano barroco que pertenecía a la iglesia de Sabiñán.

El Patio de la Infanta, como una de las joyas renacentistas de Zaragoza que es, no solo está abierto para visitas turísticas, sino que acoge todo tipo de actividades que organiza Ibercaja. Es un espacio que acoge congresos, actividades formativas y culturales de referencia, dispone de dos salones de actos (con capacidad para 400 y 300 personas) y una sala de exposiciones que suele albergar muestras de arte contemporáneo.

HORARIOS Y VISITAS

Para visitar el Patio de la Infanta, podéis hacerlo de lunes a sábado de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 y también los domingos y festivos de 11:00 a 14:00. El patio está ubicado en la sede central de Ibercaja, pero para entrar hay que hacerlo desde la calle San Ignacio de Loyola. No os podéis perder, como siempre, una parte importante de la historia de Zaragoza.